Probablemente este no vaya a ser un post tan popular entre los ávidos usuarios de Twitter, FaceBook, FriendConnect y otras redes sociales, pero lo tengo que preguntar: ¿Qué es mejor cantidad de seguidores /amigos ó la calidad de estos?
Pregunto porque a ratos pareciera que el participar en diversas plataformas de Social Media, se ha convertido más en concurso de popularidad que en una herramienta de socialización y colaboración.
Frecuentemente veo que como muchos celebran llegar a los miles y miles de seguidores o viceversa, de estar siguiendo a miles de personas. Pero yo me pregunto: ¿En verdad leen todos los tweets y updates publicados? ¡Tendría uno que dedicar su día entero a hacerlo y aún así me temo que no acabaría! Y noten que este viene de un ávido usuario de Twitter y FaceBook también.
No es nuevo que explique que para mí, la gran relevancia que tiene Social Media radica en la enorme red de colaboración que se puede generar entre usuarios y el importante impacto que esto puede tener en la vida personal y profesional de quienes participamos en esta.
Yo en lo personal en los últimos dos años he conocido a más gente que tal vez lo que había conocido en los 5 anteriores; y no solo he podido colaborar con muchas de estas personas grabando podcasts, sosteniendo conversaciones en-línea y participando como conferencista o hasta como co-autor/colaborador de The Age of conversation 2, un libro precisamente resultado de la colaboración de cientos de bloggers al rededor del mundo, sino que he podido establecer buenas amistades con gente a la que por cierto poco o nunca he visto en persona.
Y precisamente esto es lo que me lleva a plantear mi pregunta inicial, pues ¿cómo puedo entablar relaciones más profundas de colaboración si tengo que intentar ponerle atención a miles de personas a la vez?
Para mi, ser parte de la conversación quiere decir participar activamente en ella y aportar algo de valor, y no ver tan solo qué tan popular soy.
Por supuesto me encanta la idea de alcanzar a más y más personas cada vez, pero no de manera vacía o superficial, sino aportando algo a su día; y de igual manera quisiera que la gente con quien interactúo pueda agregar algo de valor a mi vida también; y así pues ayudarnos y agregarnos valor unos a otros. Enseñándonos algo nuevo, compartiendo una experiencia vivida o una frase inspiradora, opinando sobre nuestros contenidos, ofreciendo algo de entretenimiento, contando un chiste, dándonos ánimos o simplemente entablando una buena conversación.
Justo es este el principio básico de las redes sociales ¿o no? Identificar grupos de personas con intereses comunes que además tengan ganas de conocer a otros y compartir lo que saben, estableciendo una especie de tribu.
Y tribus pueden haber muchas y de muy distintos tipos: pueden ser de amigos (como Facebook), donde el propósito sea tan solo ponerse al tanto de la vida de unos y otros; también pueden ser de profesionales de distintas o de una sola industria (como Linkedin) o pueden ser otras más especializadas de acuerdo a hobbies, deportes y otros intereses más particulares.
Pero estoy convencido de que no importa a qué tipo de tribu o red social se quiera pertenecer, el éxito está en nuestra aportación a esa comunidad, en las pocas o muchas interacciones que tengamos y en los granitos de arena que aportemos a la vida de los demás.
Como dice Seth Godin en su último libro precisamente llamado TRIBES: “Estar en una red no es suficiente. Seguir o tener a diez, veinte o mil contactos en FaceBook puede que sea bueno para el ego, pero eso nada tiene que ver con cualquier medida útil de éxito”.
Puede ser que una marca comercial o una celebridad que participe en Social Media sí esté buscando tener miles y miles de seguidores para incrementar así su alcance, pero eso es tan solo una visión miope y limitada de cómo aplicar los principios caducos de los medios tradicionales a los digitales.
Puede ser también que algunos profesionales busquen obtener muchos seguidores para ir identificando a aquellos que pueden ser más valiosos con el tiempo como contactos comerciales. Como me dijo un buen amigo twittero (a quien por cierto solo he visto una vez y por un par de minutos cara a cara) cuando lancé esta pregunta en twitter: “tienes que besar muchos sapos para encontrar al príncipe. Cantidad te lleva a calidad”. Y algo de razón debe de tener sin duda alguna.
Pero prefiero pensar que la calidad de nuestros contactos y sobre todo la calidad de nuestra aportación al colaborar con estos, eventualmente nos llevarán a la cantidad.
Y quien sabe cuál sea la cantidad correcta para considerarse un exitoso participante de Social Media.
Para mí, si logro ayudar y tocar la vida de alguien, por lo menos a una persona cada día, aún si es tan solo logrando que sonría con dos puntos y un paréntesis :), tuve el éxito que quería.