ELEMENTOS PARA DECIDIR LA INVERSIÓN EN CAPITAL HUMANO

Individual.
Educación. Es un proceso permanente que consiste en dar vigencia a las facultades humanas.
Si se trata de un proceso planeado y efectuado en las aulas, se habla de educación formal (o escolaridad). Mientras que las reflexiones, experiencias, ideas, valores adquiridos en el trabajo, la calle, la familia, se denomina educación informal.
La educación y el entrenamiento son complementarios y los beneficios obtenidos son mayores. Si se posee poca educación algunos tipos de entrenamiento se tornan imposibles y otros muy extensos. A medida que aumenta la educación disminuyen los costos de entrenamiento.

Los individuos proporcionan la mayor fuente de recursos para la inversión de capital humano. Contribuyen con tiempo humano y con recursos financieros. El individuo es un maximizador de beneficios porque además de maximizar el valor presente neto de sus ganancias monetarias, también está interesado en la calidad de la vida, y no sólo en la cantidad de bienes de consumo que puede ser capaz de adquirir. Valor presente neto es la diferencia entre los flujos futuros de ingreso y la inversión inicial. Si el resultado es mayor a cero, es positivo, entonces el proyecto es redituable. Si es menor de cero, es negativo entonces no es redituable y si es igual a cero únicamente se recupera lo invertido.
Teóricamente, el individuo puede evaluar con facilidad diferentes flujos de beneficios. Ya que conoce sus propias preferencias presentes y futuras, está en una posición única para evaluar la utilidad de cada una de las tres partes de su flujo de beneficios: ganancias monetarias; bienes de consumo producidos por sí mismo, y los bienes de consumo complementarios.
Si el individuo no conoce sus propias preferencias, puede hacer experimentos con diferentes combinaciones para encontrar la mejor posición. Aunque tales experimentos pueden ser costosos.
Eventos no relacionados al proceso de adquirir capital humano pueden alterar también las funciones de preferencia. Sí, aun cuando el individuo conozca su función preferente actual y la forma en que será alterada por las inversiones del capital humano, no sabrá con precisión cómo será en el futuro.
Aunque las preferencias futuras puedan ser inciertas, el individuo está forzado a tomar decisiones de inversión basadas en sus funciones de preferencias presentes y futuras y en sus creencias de lo que será su función de preferencias futura, puesto que muchas de las decisiones de invertir en el capital humano no pueden posponerse.