tag:blogger.com,1999:blog-49670234895547568592024-02-20T17:24:24.855-08:00Capital HumanoLuis Ángel Pioquintohttp://www.blogger.com/profile/02968169297399728770noreply@blogger.comBlogger159125tag:blogger.com,1999:blog-4967023489554756859.post-35628038654410988852020-06-15T09:23:00.001-07:002020-06-15T09:23:34.020-07:00¿Cómo deduzco el gasto invertido en evitar contagios de COVID-19 en mi empresa?<p>Con la pandemia de coronavirus, las empresas pueden tener gastos considerables en productos para evitar contagios, y en pruebas para detectar si algunos de sus empleados tienen COVID-19.</p><p><br></p><p>Se trata de gastos para evitar contagios en las empresas, que pueden ser deducibles si se respalda de manera adecuada. Esto de acuerdo con dos integrantes de BHR México, una de las 10 firmas más importantes del país.</p><p><br></p><p>Consejos técnicos para respaldar las deducciones</p><p>Lizeth Flores Delgado, gerente de Contabilidad de BHR México, compartió cuatro consejos técnicos para respaldar este tipo de deducciones:</p><p><br></p><p>Estrictamente indispensable [LISR 27]</p><p>La Ley del Impuesto sobre la Renta (LISR) establece los requisitos que las deducciones autorizadas deben reunir. Entre otros, existe el que indica que los gastos a deducir tienen que ser estrictamente indispensables para los fines de la actividad del contribuyente. [LISR 27, fracción I].</p><p><br></p><p>La especialista dijo que el primer requisito que se tiene que cumplir, para deducir los gastos para evitar contagios, es que los gastos deben ser estrictamente indispensables. La especialista señaló que por la situación que estamos viviendo actualmente, las empresas deben cumplir lo que establece la Ley Federal del Trabajo (LFT). Específicamente en el artículo 132, fracción XIX Bis:</p><p><br></p><p>“Son obligaciones de los patrones: cumplir con las disposiciones que en caso de emergencia sanitaria fije la autoridad competente, así como proporcionar a sus trabajadores los elementos que señale dicha autoridad, para prevenir enfermedades en caso de declaratoria de contingencia sanitaria”.</p><p><br></p><p>Por eso, Flores Delgado consideró que para que las empresas puedan seguir operando es estrictamente indispensable cuidar a los empleados. Esto lo lograrían gastando en seguridad e higiene para evitar contagios en las empresas.</p><p><br></p><p>Razón de negocios [CFF 5-A]</p><p>Como parte de los cambios fiscales para 2020, se adicionó una regla general antiabuso en el artículo 5-A del Código Fiscal de la Federación (CFF):</p><p><br></p><p>“Los actos jurídicos que carezcan de una razón de negocios y que generen un beneficio fiscal directo o indirecto, tendrán los efectos fiscales que correspondan a los que se habrían realizado para la obtención del beneficio económico razonablemente esperado por el contribuyente”.</p><p><br></p><p>La especialista dijo que el segundo requisito que se tiene que cumplir, para deducir los gastos para evitar contagios, es la razón de negocios. Porque sino, en teoría, no se podría hacer la deducción.</p><p><br></p><p>Para cumplir con este requisito, Flores Delgado indicó que la deducción se tiene que respaldar con un contrato que demuestre la razón de negocios. Esto para los gastos que valgan la pena. Porque para el 2020 es obligatorio que los contribuyentes tengan los contratos de los gastos que van a erogar.</p><p><br></p><p>Materialidad de los actos [CFF 69-B]</p><p>La especialista dijo que otro requisito que se tiene que cumplir es el de la materialidad de los actos o de los servicios que los proveedores proporcionen. Esto para cumplir con el artículo 69-B del CFF.</p><p><br></p><p>Dicho artículo establece que los contribuyentes deben demostrar que tienen “activos, personal, infraestructura o capacidad material, directa o indirectamente, para prestar los servicios o producir, comercializar o entregar los bienes que amparan tales comprobantes”.</p><p><br></p><p>Flores Delgado señaló que en el caso de las deducciones por gastos para evitar contagios en las empresas, la nómina o el soporte documental de una subcontratación acorde a la ley sirven para demostrar la materialidad de los actos. Esto se debe a que una compañía sin empleados no puede decir que está cuidando de ellos y fácilmente le podrían rechazar la deducción.</p><p><br></p><p>Cumplir con los requisitos de los comprobantes [CFF 29 y 29-A]</p><p>Además de los consejos anteriores, la gerente de Contabilidad de BHR México señaló que los comprobantes fiscales Digitales por Internet (CFDI), por los productos, pruebas o servicios contratados, deben cumplir con los requisitos establecidos. [CFF 29 y 29-A].</p>Luis Ángel Pioquintohttp://www.blogger.com/profile/02968169297399728770noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4967023489554756859.post-10545179909606490122013-10-23T21:09:00.000-07:002013-10-23T21:09:38.310-07:00LA NUEVA OFICINA<span style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;"><span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;">Ya</span></span><span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;"> hay más de 100 empresas que ya instrumentan planes de teletrabajo; en las oficinas, crece la tendencia de espacios laborales que no son exclusivos.</span><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><span style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;">Tanto el espacio abierto u open space -un concepto de oficinas sin barreras que dividan a los empleados- como el hot desking -asignación variable de escritorios de modo que nadie ocupe siempre el mismo- son dos tendencias que llegaron para quedarse, y pueden ser considerados como una variable para reducir costos o para promover la circulación de ideas, ejemplos y talento.</span><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><span style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;">"Hoy si un nuevo diseño, cualquiera que sea, es sólo una cuestión decorativa se cae por su propio peso", explica Jorge Mocetti, director de RR.HH. para Europa de AC Nielsen, una empresas que está experimentando en carne propia el hot desking en los 1000 metros de oficinas que tiene la compañía de investigación de mercado en Ginebra.</span><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><span style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;">No son los únicos. El escritorio propio, con cajones para guardar útiles y materiales varios, alguna foto familiar y/o un dibujo de los hijos parece ser una utopía en un futuro cercano. Esta denominación proviene del llamado hot bedding (camas calientes), una práctica común en las organizaciones militares -especialmente en los submarinos-, en la que los miembros de la tripulación se turnan para usar una misma cama para así maximizar el escaso espacio del que se dispone.</span><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><span style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;">Esta tendencia no viene sola. Laura Roldán, ejecutiva de Mercer, explica que la mitad de las empresas de su base de datos, unas 212 compañías en la Argentina, ya implementan el teletrabajo y muchas de ellas tienen escritorios que no son exclusivos a disposición de los teletrabajadores.</span><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><span style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;">Desde el Ministerio de Trabajo también se favorece esta modalidad con el Programa de Seguimiento y Promoción del Teletrabajo en. Empresas Privadas (PROPET), Según el ministerio, algunas ventajas de esta manera de trabajar son: mejorar la calidad del empleo; optimizar la calidad de vida del teletrabajador; mejorar el medio ambiente evitando mayor contaminación; conciliar el ámbito laboral con el familiar e incluir a los grupos más vulnerables, entre otras.</span><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><span style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;">En AC Nielsen, además, la nueva estructura ayudó a que las jerarquías no pesaran de la misma manera, y que la comunicación entre los jóvenes de la Generación Y y los mayores de la X se hiciera más accesible. "El hecho de que desaparecieran las oficinas, incluso para el presidente, hizo que los mayores pudiéramos participar de cosas que los jóvenes organizan entre ellos. La circulación más fluida de la comunicación refrescó el ambiente en muchos sentidos", comenta.</span><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><span style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;">En el nuevo diseño, ninguna de las 70 personas que trabajan en la firma tiene un escritorio, ni siquiera aquellos que ocupan los cargos más altos. Por el contrario, hay espacios de trabajo, con modernos monitores de 22 pulgadas, y todo tipo de enchufes y conexiones para laptops y celulares. "El que llega temprano se acomoda en el lugar que le resulta más placentero y los que llegan más tarde se sentarán en el fondo", describe Mocetti.</span><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><span style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;">Los teléfonos se desprograman automáticamente cada noche y a la mañana, al llegar a esa ubicación, se reprograman con una clave. "Hay que aprender a concentrarte porque si bien hay auriculares, en cada puesto hay algo de ruido", admite. Cada uno tiene un casillero con llave donde se pueden guardar los objetos personales.</span><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><span style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;">También en la empresa alemana Siemens se comenzó a implementar el hot desking, desde agosto pasado cuando mudaron parte de sus oficinas a Munro, "Hay un escritorio cada tres personas, lo que implica que algunos tienen que teletrabajar. Eso suma a la calidad laboral", cuenta un vocero de la firma, Francisco Do Pico. "Además hay mejor clima y más integración en el equipo", relata y agrega que -igual que en Nielsen- cada empleado tiene su locker para guardar sus cosas.</span><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><span style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;">"Nosotros lo hacemos para integrar a las diferentes divisiones del grupo", dice Daniel Iriarte, director ejecutivo de Michael Page en el país, respecto a los espacios sin oficinas. "La gente aprende más rápido y vive las experiencias de los demás", agrega. No obstante, afirma que hay que tener cuidado con la "información confidencial" y saber que el nuevo espacio no elimina las jerarquías.</span><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><span style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;">Jorge Cámpora, director de la maestría en Coaching Organizacional de la Universidad del Salvador, afirma: "la horizontalidad contribuye a la expansión de talentos, pero de nada sirve que la arquitectura la promueva si eso no se vincula con la gestión de esa libertad, de esa interacción".</span><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><span style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;">"La arquitectura suma para el trabajo colaborativo, pero lo relevante es el comportamiento de los líderes: que sean abiertos y que promuevan esa apertura", coincide Jorgelina Albano, titular de la consultora Ritmus y experta en desarrollo a organizacional.</span><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><span style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;">Pero no todo es color rosa. En muchos casos, cuando los espacios son tan abiertos, "se genera estrés y por supuesto, lo más evidente, ruido", opina. Además, hay que tener en cuenta que no siempre el talento, la creatividad, la eficiencia o la innovación surgen de estar permanentemente en grupos o sin privacidad. Para que Apple pudiera existir hubo un carismático Steve Jobs, pero también un ingeniero introvertido que disfrutaba armando y desarmando computadoras en soledad como Steve Wozniak.</span><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><span style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;">La interrupción y la escasa concentración parecen ser la vanguardia. Pero aún hay muchas tareas que precisan del silencio y la intimidad para crear ideas que luego se difundan en una organización sin barreras.</span><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><strong style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;">LA NUEVA OFICINA</strong><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><strong style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;"><em>Espacios de todos</em></strong><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><span style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;">Un escritorio por empleado es una forma de trabajo que está en extinción. Las empresas comienzan a aprovechar los beneficios del teletrabajo y tienen escritorios vacíos a disposición de cualquier persona que los necesite.</span><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><strong style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;"><em>Cuidar al otro</em></strong><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><br style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;" /><span style="background-color: white; color: #222222; line-height: 18px; text-align: justify;">Los especialistas esgrimen que para que estos modelos puedan implementarse exitosamente es preciso impulsar una cultura organizacional en la que primen el cuidado y el respeto por el otro.</span></span><br />
<div>
<span style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; text-align: justify;"><br /></span></div>
Luis Ángel Pioquintohttp://www.blogger.com/profile/02968169297399728770noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4967023489554756859.post-9882293925843128432013-09-06T19:31:00.000-07:002013-09-06T19:31:55.147-07:00La miopía del poder<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-CCBFF7ONLOI/TxjwbTmGcXI/AAAAAAAAHro/lhInKRASgL4/s1600/miopia.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="186" src="http://2.bp.blogspot.com/-CCBFF7ONLOI/TxjwbTmGcXI/AAAAAAAAHro/lhInKRASgL4/s320/miopia.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;">
<span style="font-size: small;">Seguramente hayas oído hablar de la erótica del poder. ¿Qué tiene el
poder para gustarle tanto a la gente?, ¿qué ven nuestros ojos en él que
tanto les llama la atención?. El poder ha sido durante la historia de la
humanidad una excusa sobre la que justificar enfrentamientos y
batallas, un bien por cuya conquista y disfrute se han sacrificado
millones de vidas. Este objeto de deseo ha formado parte de la historia
de la humanidad desde sus inicios y aunque han sido muchas las formas
que ha adoptado, sus características principales no han variado a pesar
de su vejez. Lo que sí ha evolucionado han sido las instituciones y la
sociedad sobre la que aplican y quizás sea momento de darle una vuelta
al tema.</span>
</div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; letter-spacing: 0px;">Una
característica importante del poder, y que le resta parte de ese
atractivo que tanto nos llama la atención, es que en un porcentaje muy
alto de casos aquellas personas que lo ostentan pierden parte de los
rasgos y características que lo llevaron hasta él. Son muchos los casos
de personajes públicos que llegaron a posiciones de poder gracias a
rasgos de personalidad extraordinarios, pero por desgracia también son
muchos los casos en que este tipo de personas se han visto traicionadas
por rasgos totalmente antagónicos a los que le concedieron su posición
de autoridad.</span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; letter-spacing: 0px;">Los
psicólogos afirman que uno de los mayores problemas con la autoridad es
que provocan la pérdida de interés por los problemas y emociones de
otros. Así, las personas que ostentan posiciones de mando tienden a
confiar más en estereotipos y generalizaciones a la hora de juzgar a sus
semejantes.</span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; letter-spacing: 0px;">El psicólogo <a href="http://www.kellogg.northwestern.edu/faculty/directory/galinsky_adam.aspx%23research"><span style="color: red;">Adam Galinsky</span></a>
y algunos colegas han estudiado este fenómeno a través de una serie de
experimentos. En uno de ellos se les pedía a los participantes que
pensasen en situaciones en su vida en las que hubieran disfrutado de
posiciones en las que ejercer su poder y otras en las que sucediese todo
lo contrario. Una vez hecho esto, se les pidió que dibujasen una E en
su frente. Aquellos que habían reportado mayor número de situaciones en
las que habían ostentado la autoridad solían dibujar la E al revés.
Galinsky y sus colaboradores concluyeron que esto se debía a lo que
llamaron la miopía del poder, una miopía que provoca en quien la sufre
una mayor dificultad a la hora de entender e integrar puntos de vista
diferentes a los suyos.</span></span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; letter-spacing: 0px;"><br /></span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; letter-spacing: 0px;">En
otro estudio realizado en el 2009, el mismo Galinsky observó como el
poder convierte a quien lo disfruta en un hipócrita. En este estudio
observó a través de múltiples pruebas y encuestas como las personas que
ostentaban posiciones de autoridad eran capaces de justificar su faltas,
mientras que el rasero por el que medían las actuaciones del resto de
la población era totalmente diferente. El argumento principal en sus
justificaciones consistía en valorar sus actos como realmente
importantes y valiosos, algo que no observaba en los actos de su
prójimo.</span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; letter-spacing: 0px;">Si
la autoridad nos hace miopes, ¿no será necesario que nos replanteemos a
quién y cómo le damos el poder de nuestras empresas e instituciones y
en qué condiciones lo hacemos?. Los estudios de Galinsky nos deberían
ayudar a replantear nuevos modelos de autoridad. Los beneficios
otorgados hasta ahora a las figuras de poder en las organizaciones
parecen haber sido contraproducentes, ya que en vez de convertir a sus
usufructuarios en mejores personas lo que hacen es todo lo contrario.
Cambia el foco del “nosotros” al “yo”. Lo colectivo pasa a un segundo
plano convirtiéndose lo individual en el centro de todas las decisiones.
Una de las características fundamentales de un buen líder debería ser
la empatía y si el poder y autoridad nos apartan de ello nublando
nuestra vista, quizás sea preciso buscar nuevos modelos, nuevas formas
de otorgar poder a un ser humano, con privilegios justos y razonables,
con la obligación pública de predicar con el ejemplo, con la necesidad
de rendir cuentas constantemente a la gente a la que presta servicio,
garantizando y revisando que no aparezca esa miopía que conduce a la
ceguera que convierte a tantos y tantos líderes en auténticos
“temerarios”, limitando en el tiempo los periodos de los que se puede
disfrutar de este bien tan adictivo, ya que si lo otorgamos de manera
ilimitada en el tiempo nos será muy complicado poder acotar sus efectos.</span></span></div>
Luis Ángel Pioquintohttp://www.blogger.com/profile/02968169297399728770noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4967023489554756859.post-41880392811271421122013-07-15T19:48:00.000-07:002013-07-15T19:48:34.159-07:00Huele a vacaciones<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4orLsBbg2HZ4TtuVDoDyPMKrwsVCt-sm7X1GE1zZEllW5w8UAOUYqWNyR_GxJ7K6SGV5BJHDhUDZzOcik3wWdVYiqICuY4SF_DGmsq3DFrpd7KO9Q9235OBmA5PisPT41hS78ikufsu4/s1600/bola_del_mundo.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="289" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4orLsBbg2HZ4TtuVDoDyPMKrwsVCt-sm7X1GE1zZEllW5w8UAOUYqWNyR_GxJ7K6SGV5BJHDhUDZzOcik3wWdVYiqICuY4SF_DGmsq3DFrpd7KO9Q9235OBmA5PisPT41hS78ikufsu4/s320/bola_del_mundo.jpg" width="320" /></a></div>
<div>
<span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Si
pudiera vivir nuevamente mi vida, en la próxima trataría de cometer más
errores. No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más. Sería más
tonto de lo que he sido, de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico. Correría más riesgos, haría más viajes,
contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido, comería más helados y menos
habas, tendría más problemas reales y menos imaginarios...Yo era uno de
esos que nunca iba a ninguna parte sin un termómetro, una bolsa de agua,
un paraguas y un paracaídas; si pudiera volver a viajar, viajaría más
liviano."</span></span><br /><br /><br /><span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;">Este bello párrafo es obra del genial José Luis Borges. En él se recogen los anhelos y deseos de una persona de 85 años a la que la muerte está llamando a su puerta.</span><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Su lectura me inspira a pensar que realmente la vida es la suma de nuestros recuerdos y experiencias y son éstas las que al final de la misma determinan el saldo de lo vivido.</span><span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span><span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;">Haciendo caso a las palabras de Borges, mañana comienzo mis vacaciones. Seis semanas fuera de cobertura, lejos de lo cotidiano, de los problemas del día a día, del ritmo que marcan las obligaciones y el trabajo. Mañana comienzo un viaje con el que espero llenar esa mochila que llevamos en nuestra cabeza y de la que tiramos en forma de recuerdos cuando queremos recrearnos con las maravillas de la vida. Siento la necesidad de dotarla de contenido mientras el tiempo y la salud me lo permitan, porque se que de lo contrario, un día esos anhelos de Borges podrían ser míos también.<br />Ahora toca descubrir paisajes, conocer culturas, compartir experiencias, correr todo tipo de aventuras, salir del espacio de confort, ampliar los puntos de vista, entender otras realidades y sentir la pequeñez del individuo en la inmensidad del mundo.<br />Espero descubrir grandes cosas y deseo estar un poco más en contacto conmigo mismo. Viajar siempre es un buen momento para que nuestro cerebro deje de ser ese vaso de agua en el que cualquier pequeño puñado de sal convierte el agua en veneno, para transformarlo en un gran lago donde los puñados de sal no alteran en absoluto el sabor de un agua clara y cristalina.<br />A la vuelta prometo acometer de nuevo el gran reto que supone escribir un blog. Algo que llevo haciendo cada tiempo libre que tengo durante los últimos años. Una forma de compartir y desnudarse que en mucho me recuerda a viajar, ya que en ambos casos, puedes utilizar tu imaginación para descubrir nuevos lugares y sacar originales conclusiones. Espero que a mi regreso también hayas disfrutado de este tiempo de descanso y lo hayas utilizado para estar un poco más contigo. Te deseo unas muy felices vacaciones. Hasta la vuelta!!!!</span></div>
Luis Ángel Pioquintohttp://www.blogger.com/profile/02968169297399728770noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4967023489554756859.post-85894437350063551812013-06-18T19:10:00.000-07:002013-06-18T19:10:02.151-07:00De tal palo tal astilla<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-ep9KcvlBJ5c/Txj3bI-37HI/AAAAAAAAHtk/53AG1NzWh54/s1600/de_tal_palo_tal_astilla.png" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="225" src="http://1.bp.blogspot.com/-ep9KcvlBJ5c/Txj3bI-37HI/AAAAAAAAHtk/53AG1NzWh54/s320/de_tal_palo_tal_astilla.png" width="320" /></a></div>
<div>
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: small;">El
otro día echaba cuenta de todos los amigos cuyos padres conozco. En la
inmensa mayoría de los casos, el comportamiento de los hijos es paralelo
al de sus padres. ¿Y qué quiere decir esto?, los hijos crecen y se
desarrollan en un entorno en el que los padres son el centro del
universo.</span></span><br />
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /></span></span>
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: small;">La necesidad de afecto y de pertenencia nos hacen luchar con
todos los recursos a nuestro alcance por conseguirlos. Las vías para
conseguirlo son múltiples y muy variadas, cada una de ellas depende del
carácter y comportamiento de los padres. El niño busca los recovecos en esa
maraña de emociones y sentimientos que le abran el camino hacia lo que
necesita.</span>
</span><br />
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /></span></span></div>
<div class="rtejustify" style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; letter-spacing: 0px;">Éstas
estrategias, poco a poco comienzan a convertirse en algo más que
hábitos. Con el paso del tiempo, esa forma de actuar determina nuestros
modelos futuros de conducta. Las personas somos el producto de otras
personas. Nuestros cuidadores son los que configuran nuestra forma de
ser, ellos marcan el camino a seguir para sobrevivir, y el niño aprende
que para encontrar lo que necesita tiene que adaptar sus valores,
comportamientos y emociones al entorno en el que le ha tocado vivir.</span></span></div>
<div class="rtejustify" style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="rtejustify" style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; letter-spacing: 0px;">Aprendemos
a sobrevivir en los entornos que crean nuestros mayores dando forma a
los valores y creencias que nos definen. Ese es nuestro lugar, donde
realmente sabemos cómo defendernos.</span></span></div>
<div class="rtejustify" style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; letter-spacing: 0px;">Cuando
cruzamos nuestro camino con otros donde esos valores no son parte del
paisaje, nos resultará mucho más difícil salir adelante, básicamente
porque estamos en terreno desconocido. Esa es una de las causas
principales de divorcios, separaciones, engaños,... una convivencia
obligada de valores encontrados. Resultado: cada uno por su lado. </span></span></div>
<div class="rtejustify" style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="rtejustify" style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; letter-spacing: 0px;">En
nuestro mundo, el trabajo supone una parte importante de nuestro tiempo
vital. Cada día pasamos más tiempo trabajando, en la oficina y fuera de
la oficina. Durante todas esas horas pasamos a formar parte de un mundo
diferente al de nuestra infancia. Compañeros, jefes, proveedores,
clientes, amigos,... son las personas con las que ahora compartimos
nuestras vidas. Todos ellos productos de otras personas y con formas de
ser y actuar muy diferentes a la nuestra. No es para nadie nuevo el
esfuerzo que hacen las empresas para fidelizar a sus empleados estrella,
aquellos que realmente necesitan si quieren que las cosas vayan bien.
Dinero, incentivos, bonos y otras muchas formas de demostrar la valía
profesional de alguien son concebidos como la llave que abre todas las
puertas, pero realmente hay algo más fuerte que lo material detrás de
nuestras intenciones, se trata de alcanzar lo mismo que nos movió a
actuar en nuestras casas para conseguir el cariño y aprecio de nuestros
padres. Esa es realmente la fuerza que fija las relaciones de una
persona con su entorno profesional. Se trata de buscar un lugar donde
nuestros valores y comportamiento sean paralelos a los de la
organización. No quiere esto decir que no podamos trabajar y
desarrollarnos en lugares donde no exista esta simetría. Es
perfectamente compatible, lo que ocurre es que no se tratará de nuestro
sitio. Será otro sitio, bueno o malo, no lo sé, pero de lo que estoy
seguro es de que no será nuestro sitio.</span></span><br />
</div>
<div class="rtejustify" style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; letter-spacing: 0px;">Necesitas
sentirte cómodo para dar lo mejor de ti mismo. Necesitas sentirte libre
para pensar y actuar, un lugar donde tu voz tenga voto, donde se
aprecie tu forma de actuar y pensar. Un lugar donde existes porque eres
percibido.</span></span></div>
<div class="rtejustify" style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="rtejustify" style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; letter-spacing: 0px;">¿Por
qué somos puntuales o impuntuales, por qué tenemos esa manías tan
raras, por qué como lo que como, por qué conduzco como conduzco?,.... y
tantas preguntas que tienen su respuesta en la combinación de valores y
comportamientos de los que nos han educado. Ahí está el secreto que
mueve buena parte de la acciones de la personas, un lugar que atrae a
quien lo habita de una manera tan primaria que cualquier otro estímulo
pasa a un segundo plano.</span></span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; letter-spacing: 0px;"><br /></span></span></div>
<div class="rtejustify" style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; letter-spacing: 0px;">Hoy
trabajar es un regalo, pero no por ello debemos dejar de pensar en
buscar nuestro lugar. ¿Y tú dónde estás?, ¿estás cerca o lejos de ese
sitio donde todo sucede de una forma más sencilla y natural, donde
existir consume sólo la energía estrictamente necesaria?.</span></span></div>
Luis Ángel Pioquintohttp://www.blogger.com/profile/02968169297399728770noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4967023489554756859.post-52580319680875716912013-03-27T19:51:00.001-07:002013-03-27T19:51:15.385-07:00Satisfacción cuantitativamente en el trabajo<div>
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: small;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: normal;">¿Qué
le sucede a la rana que cuando la metes en una cazuela con agua fría y
comienzas a calentarla es incapaz de saltar fuera antes de morir
hervida?. Todos sabemos lo que ocurre, la progresiva subida de
temperatura del agua impide a la rana darse cuenta de que realmente
corre peligro, y esto se debe a que su cuerpo se adapta en la misma
progresión a la nueva temperatura del agua. La verdad es que nunca he
hecho este cruel experimento, pero realmente pone de relieve algo que
nos asemeja mucho a las ranas, se trata de nuestra capacidad para
adaptarnos. </span></span>
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjv1hCvmhP4zSQjA6oiXKlfZcYEZZMPFd0FelfGJZYXO7bx5L0F7lCXlAqDWWHzzQD2wkRFzACRvZF-SLAjrZs-8YIFOE3a99hDD8U3bWwXGTQ1ysAyEVQxCltMj6lGRmYHYMbTv-vp58o/s1600/hirviendolarana.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="77" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjv1hCvmhP4zSQjA6oiXKlfZcYEZZMPFd0FelfGJZYXO7bx5L0F7lCXlAqDWWHzzQD2wkRFzACRvZF-SLAjrZs-8YIFOE3a99hDD8U3bWwXGTQ1ysAyEVQxCltMj6lGRmYHYMbTv-vp58o/s400/hirviendolarana.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; letter-spacing: 0px;">Físicamente
nuestro cuerpo es una máquina perfecta de adaptación. Nuestros oídos se
adaptan al volumen, nuestro olfato a todo tipo de olores, nuestros ojos
al nivel de luz, nuestro gusto a sabores fuertes,... en casos más
extremos, podemos llegar a convivir con el dolor como parte del día a
día, personas con amputaciones que son capaces de vivir con absoluta
normalidad e innumerables ejemplos que el maravilloso ser humano nos
muestra cada día. Son innumerables las ventajas que nos ofrece nuestra
capacidad de adaptación, pero como todo en la vida, esta capacidad de
adaptación puede suponer una debilidad para nuestra percepción. El <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Hedonismo"><span style="color: red;">hedonismo</span></a>
es la viva expresión de esa debilidad. Una búsqueda interminable del
placer por el placer que nos conduce a una insatisfacción constante.
Igual que nos acostumbramos a lo malo, también tenemos la “mala”
costumbre de acostumbrarnos a lo bueno, lo que ocurre, es que en esta
dirección, a diferencia de la contraria, el recorrido es mucho más largo
y el paisaje bastante más banal.</span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; letter-spacing: 0px;">Vivimos
fechas de revisiones salariales, en el mejor de los casos subidas, en
casos no tan malos congelaciones y en la peor de sus expresiones están
las reducciones de salario (por no mencionar aquellas personas que
pierden su empleo). Nuestros salarios son un gran ejemplo de cómo
funciona nuestra capacidad de adaptación ante las expectativas... y os
anticipo que el sistema de funcionamiento no es diferente al de nuestro
cuerpo, básicamente porque todos los datos van al mismo sitio: nuestro
cerebro.</span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; letter-spacing: 0px;">En el tema salarial, <a href="http://www.pse.ens.fr/clark/"><span style="color: red;">Andrew Clark</span></a>
ha realizado una serie de estudios sobre el nivel de satisfacción de
los trabajadores británicos y ha comprobado que dicha satisfacción tiene
una fuerte correlación con el nivel de incremento, más que con el
salario en sí mismo. Es decir, que un trabajador que gana 100 puede
estar mucho más satisfecho que uno que gana 1000 (suponiendo que un
salario de 100 cubra las necesidades básicas de la persona). La
diferencia radica básicamente en el incremento salarial, si al de 100 le
suben un 10% y al de 1000 un 1%, a pesar de que cuantitativamente el
incremento es el mismo, la satisfacción general del trabajador con menor
salario será mucho mayor. </span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; letter-spacing: 0px;">Del
estudio se desprenden conclusiones muy interesantes y un campo de
trabajo sobre el que se puede innovar y reorientar las políticas
salariales y los procesos de comunicación asociados.</span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; letter-spacing: 0px;">Puede
parecer frívolo hacer este tipo de comparaciones, ¿cómo vamos a
comparar 100 con 1000?. Parece evidente que el de 1000 siempre estará
más satisfecho que el de 100. Pues siento comentaros que en la última
década hay toda una batería de estudios que demuestran que a pesar de
los pesares, nuestros niveles de satisfacción con la vida tienen una
tendencia natural a dirigirse a su nivel habitual. Ni tener mucho nos
hace más felices, ni tener poco más desdichados. </span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; letter-spacing: 0px;">Solemos
ser poco hábiles a la hora de predecir nuestro grado de adaptación
hedonista a los regalos, buenos y malos, que nos hace la vida. Y
básicamente nos solemos equivocar porque no tenemos en cuenta que la
vida sigue su curso y que el paso de los días nos trae cientos de
acontecimientos que hacen que ese cálculo inicial pierda su sentido
desde el primer segundo.</span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; letter-spacing: 0px;">Esta
entrada no es una invitación al abuso, más bien se trata de evitar lo
que le pasa a la rana. Ser conscientes de cuando el agua se calienta o
se enfría nos ayudará a mejorar la calidad de nuestra toma de
decisiones, y por ende de nuestra vida.</span></span></div>
Luis Ángel Pioquintohttp://www.blogger.com/profile/02968169297399728770noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4967023489554756859.post-15729304195339210132012-06-12T23:32:00.001-07:002012-06-12T23:32:57.869-07:00La irracionalidad en formato resumido<div style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCo8kbjqHs2Sp6rSIztHxryQLSsqh08vSmhIphrPRSPVqO_DfmLs-6plR1lx9p8ij7ydAOe9HENM0HVQudMEMDZaw8pMZKh6P3XMOHFynJCIxtrOREkNnJ4OJxG7bDO-9vFNCaSCd-TP4/s1600/irracionalidad.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCo8kbjqHs2Sp6rSIztHxryQLSsqh08vSmhIphrPRSPVqO_DfmLs-6plR1lx9p8ij7ydAOe9HENM0HVQudMEMDZaw8pMZKh6P3XMOHFynJCIxtrOREkNnJ4OJxG7bDO-9vFNCaSCd-TP4/s1600/irracionalidad.jpg" /></a></div>
<span style="font-size: small;">Lo bueno, si
breve, dos veces bueno. Eso reza el dicho y ese es el mejor resumen de
lo que se está convirtiendo en una corriente en el ámbito del
conocimiento Twitter, TED o Pecha Kucha son buenos ejemplos de ello.
140 caracteres, 18 minutos o 20 imágenes y 20 segundos por imagen para
contar una historia. Comprimir la experiencia y ser capaces de contarla
en píldoras que transmitan las conclusiones e ideas más importantes de
horas y horas de trabajo. Los días de las lecciones magistrales, de los
discursos infinitos comienzan a dejar paso a otros formatos que tienen
mucho más que ver con el nuevo mundo en el que vivimos. Rápido,
sencillo, al grano, esas son las ideas que están detrás de estos
formatos, formatos que buscan encender bombillas, invitar a las personas
a que piensen y que sean ellas las encargadas de sacar conclusiones y
potenciar su conocimiento.</span></div>
<span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size: small;">
</span><br />
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<br />
<span style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;"> Pude comprobar lo
difícil que resulta sintetizar, ir al grano. Estamos acostumbrados a
utilizar un tiempo ilimitado para contar nuestras historias, pero este
formato me obligó a someterme a unos límites a los que no estoy
acostumbrado y que me permitieron comprobar el poder de la esencia. </span></span><br />
</div>
<span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size: small;">
</span><br />
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Llegar
a la historia no fue difícil, desde el primer momento tuve claro lo que
quería compartir, sentí la necesidad de hablar en este foro de lo
inconsciente que es nuestra consciencia, pensé que hablar de la
irracionalidad sería una buena manera de demostrar lo lejos que estamos
de controlar el rumbo de nuestras decisiones.</span></span></div>
<span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size: small;">
</span><br />
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size: small;">
</span><br />
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">No
conozco a nadie que no quiera ser feliz, pero sí que conozco a muchas
personas que carecen del control necesario para la consecución de este
objetivo. Básicamente la dificultad reside en nuestra habilidad para
tomar decisiones. Cada vez que decidimos marcamos el rumbo de nuestra
existencia, y lo preocupante es que creemos que cuando lo hacemos, lo
hacemos avalados por la razón y la objetividad. Nada más lejos de la
realidad. Antes que seres racionales somos seres emocionales y esta
evidencia nos hace menos dueños de nuestros actos. Mi presentación versó
en tratar de analizar cuatro filtros a través de los cuales comprobar
cómo nuestro corazón manda sobre nuestra razón. El cálculo de
probabilidades, la necesidad de sentir el control, los análisis causales
selectivos y una memoria caracterizada por el olvido selectivo son
estos filtros.</span></span></div>
<span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size: small;">
</span><br />
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Los
cuatro nos muestran cómo vivimos la realidad tal y como nos llega, una
realidad ajena a nuestro control y determinante a la hora de vivir
nuestras vidas. Estos filtros desnudan una voluntad racional que en
muchos casos es víctima de impulsos y respuestas automáticas e
irracionales que nos hacen menos dueños de nuestros actos.</span></span></div>
<span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size: small;">
</span><br />
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size: small;">
</span><br />
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">La
solución pasa por conocernos un poco mejor, por practicar un deporte
impopular al que llamo conversaciones interiores. Dedicamos poco tiempo a
pensar en lo que sentimos, en por qué reaccionamos ante determinados
estímulos de maneras concretas y sólo cuando decidimos prestar atención a
estos hechos somos capaces de entenderlos y encontrar patrones que nos
ayuden a tomar el control de nuestras vidas, un control que nos
reportará un mayor bienestar interior y exterior (en ese orden).</span></span></div>
<span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size: small;">
</span><br />
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size: small;">
</span>Luis Ángel Pioquintohttp://www.blogger.com/profile/02968169297399728770noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4967023489554756859.post-74476511322809635162012-05-28T23:14:00.000-07:002012-05-28T23:14:13.180-07:00Venganza y confianza<span style="font-size: small;"><span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;">Imagínate el siguiente experimento: Te emparejan con otra persona a la
que no conoces, ambas están en habitaciones separadas y nunca lo
llegaras a conocer. A cada uno le dan $10 pesos. Te toca a ti hacer el
primer movimiento y para ello debes decidir si le envías ese dinero al
otro participante o te lo quedas tú. Si te lo quedas, cada uno de nosotros conservará y se llevará los $10 pesos. Si por el contrario decides
dárselo al otro participante la cantidad se multiplica por cuatro y tu
compañero de juego pasa a disponer de los </span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;">$10 pesos</span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;"> originales más $40 pesos
adicionales, lo que lo deja un saldo total de $50 pesos.</span></span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span></span><br />
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Cuando
decides darle el dinero al otro jugador éste debe decidir qué hacer con
él, puede quedarse con los $50 pesos o pasarte la mitad de esa cantidad
haciendo que ambos dispongan ahora de$25 pesos.</span></span><br />
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-oZVak5wxH5A/T8RjLt_gKvI/AAAAAAAAKWs/dFMyafPJK9w/s1600/venganza.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="238" src="http://3.bp.blogspot.com/-oZVak5wxH5A/T8RjLt_gKvI/AAAAAAAAKWs/dFMyafPJK9w/s320/venganza.jpg" width="320" /></a><span style="font-size: small;"> </span></div>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span></span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span></span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span></span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span></span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span></span><br />
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">La base de este juego es la confianza y el profesor<span style="color: red;"> </span><span style="color: red;">Ernst Fehr</span>
comprobó que el ser humano, lejos de lo que concluye la teoría
económica, tiende a confiar en los otros, de manera que la mayor parte
de la gente está dispuesta a ceder su dinero a desconocidos confiando en
que éstos le ayudarán a mejorar su posición en el juego. Pero Fehr y su
equipo decidieron ampliar las conclusiones de su experimento y para
ello incluyeron una nueva variable realmente interesante. En los casos
en los que tu compañero de juego decidía no compartir las ganancias
extras conseguidas gracias a tu generosidad, tú podrías usar el dinero
de tu bolsillo para castigar esta traición. Así, por cada peso que
aportases de tus propios ahorros, a la otra parte se le retiraban $2 pesos del
dinero conseguido. Por $25 pesos del sudor de tu frente podías lograr que la
otra parte perdiese todo su dinero. </span></span></div>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span></span><br />
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Mientras
los participantes de este experimento tomaban este tipo de decisiones,
sus cerebros eran escaneados a través de una tomografía por emisión de
positrones. Estas tomografías permitieron observar la actividad cerebral
durante el proceso y a lo largo del mismo se comprobó un importante
incremento de actividad cerebral en las áreas asociadas con las
experiencias de gratificación. Curioso, cuando castigamos a otros por su
traición esto nos produce cierto “gustito”.</span></span></div>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span></span><br />
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span></span><br />
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Las
personas tenemos una tendencia natural a confiar en los que nos rodean,
de algún modo establecemos contratos implícitos con nuestros semejantes
cuya clausula más importante es la que hace referencia a la confianza.
Quizás, esta es siempre la posición de partida en nuestras interacciones
con los demás. Pero las relaciones personales son tan frágiles como el
cristal, se rompen con suma facilidad, aunque en el caso de las personas
esta ruptura no siempre es tan evidente.</span></span></div>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span></span><br />
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Estos
contratos se firman sin ser comentados por ambas partes. Se
sobreentienden demasiadas cosas, se da por hecho la buena fe y sobre
todo se fija un nivel de expectativas que pocas veces es puesto en
común. Cuando las condiciones del contrato son similares a las descritas
anteriormente, es relativamente sencillo que una de las partes no
satisfaga lo que la otra espera. Cuando este sucede, ese contrato se
rompe y da lugar a la aparición de la venganza.</span></span></div>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span></span><br />
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span></span><br />
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">La
confianza y la venganza son las dos caras de una misma moneda, una fina
e invisible línea divisoria las separa y el paso de una a otra sucede
sin que apenas nos demos cuenta. La confianza es la cara amable, la que
nos permite mostrar lo mejor de nosotros mismos y nos conduce al mejor
resultado. Por contra, la venganza muestra nuestra peor versión, y como
demostró Ernst Fehr, la sensación de placer que produce hace que no sea
tan evidente identificarla cuando aparece. Cuando esta emoción tan
negativa entra en escena no nos importa utilizar tiempo, recursos y
esfuerzo extra para poner al otro en su sitio.</span></span></div>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span></span><br />
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;">
</span></span><br />
<div style="font: 12.0px Helvetica; margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: arial,helvetica,sans-serif; font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;"><span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;">La
falta de comunicación a la hora de firmar los contratos que definen
nuestras relaciones unido a jerarquías de expectativas unilaterales y la
sensación de placer que nos produce la venganza componen un cóctel
explosivo que conduce a los seres humanos por una pendiente resbaladiza
que termina en el peor de los lugares: la soledad. </span></span></span></div>Luis Ángel Pioquintohttp://www.blogger.com/profile/02968169297399728770noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4967023489554756859.post-48111484279205916182012-05-20T22:44:00.000-07:002012-05-20T22:44:40.154-07:00Sorbos<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhffJuGdUSBjbBN1CO1t2J6IPc1qvhzqYtbhGqnFjphnXnfffmNPgpbWw6aEDnHzOmM3WsoEc4MHPIhOmYWWqJzwFG75j58MD3qsInT3NECT5E49VwNHJPdvyEh5dm617LrJcfRoNoMNS4/s1600/vino.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="316" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhffJuGdUSBjbBN1CO1t2J6IPc1qvhzqYtbhGqnFjphnXnfffmNPgpbWw6aEDnHzOmM3WsoEc4MHPIhOmYWWqJzwFG75j58MD3qsInT3NECT5E49VwNHJPdvyEh5dm617LrJcfRoNoMNS4/s320/vino.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;">
<span style="font-size: small;">Vivimos obsesionados por convertir nuestras vidas en una suma de
experiencias positivas, pero esta tarea es más complicada de lo que se
podría pensar a priori debido a la gran cantidad de opciones que cada
día se suceden delante de nuestros ojos. El escaparate de la vida nos
obliga a tomar múltiples decisiones cuyo único objetivo es encontrar la
mejor de las alternativas posibles para maximizar nuestras experiencias.</span>
</div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Y
ante este festín de alternativas nos hemos visto “obligados” a
establecer reglas que nos ayuden a entender cuál de las disyuntivas es
la más adecuada para hacer que nuestra vida sea la mejor posible. Como
consumidores, uno de estos axiomas es la relación lineal que hemos
creado entre precio y calidad: un mayor precio significa mayor calidad y
viceversa. </span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Con
esto no quiero dar a entender que una mayor calidad no lleve asociado
un mayor precio, pero lo que sí es cierto, es que un precio alto no es
sinónimo de una mejor experiencia... que a la postre es lo más
importante.</span></span></div>
<div style="font: 12.0px Helvetica; margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; min-height: 14.0px; text-align: justify;">
</div>
<div style="font: 12px "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; margin: 0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Un
producto como el vino nos ayudará a entender cómo funciona la relación
entre expectativas y experiencia. Los precios de este bien se mueven en
rangos muy amplios y el precio de una botella puede variar mucho en
función del producto. Son abundantes los experimentos que se han hecho
en este campo para tratar de determinar si los consumidores son capaces
de diferenciar en tests ciegos los vinos caros de los baratos. La
conclusión siempre es la misma: las personas que desconocen el precio no
muestran una mayor satisfacción al probar los caldos más caros.</span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">El
truco en estos tests ciegos consistía en eliminar una fuente de
información (el precio) que impidiera a la persona convertir algo tan
subjetivo como el sabor de un vino en una escala de placer objetivo.</span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Lo
que experimentamos no es lo mismo que sentimos. El valor de la
experiencia es el resultado de la interpretación que nuestra mente
subjetiva hace de nuestros sentidos, una ecuación en la que entran en
juego nuestros recuerdos, nuestros deseos más íntimos y la información
de la que dispongamos. La información que nos aportan nuestros sentidos
es imprecisa y somos nosotros los que la completamos con aquello que
tengamos más a mano. </span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">El
filósofo Wilfrid Sellars afirma que no hay forma de separar en nuestras
experiencias sensoriales lo que llega a nuestra mente y lo que ésta se
encarga de añadir, de manera que cuando los individuos objeto de los
experimentos de cata dan un sorbo al vino no están saboreando primero el
vino y luego pensando en su precio. El proceso ocurre de manera
simultánea, saboreamos todo al mismo tiempo, de tal modo que si pensamos
que el vino es barato, éste nos sabrá a vino barato.</span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Resulta relativamente sencillo engañar a nuestro cerebro en este proceso. Neuroeconomistas de<span style="color: red;"> </span><a href="http://www.caltech.edu/"><span style="color: red;">Caltech</span></a></span> <span style="letter-spacing: 0px;">realizaron
un estudio en el que una misma clase de vino era etiquetado con precios
diferentes y ofrecido a los participantes (por supuesto, ellos no
conocían esta información). La actividad cerebral de estas personas fue
monitorizada a través de resonancias magnéticas durante la cata para
analizar qué partes del cerebro se activaban durante la misma. De todas
las zonas activadas, sólo una mostraba mayor actividad ante el precio
del vino que al sabor de éste, se trataba del cortex orbitofrontal. En
general, cuando el individuo creía que el vino era más caro, el nivel de
excitación de esta parte del cortex prefontral era mayor, llegando
incluso a provocar cambios en las preferencias de los sujetos objeto del
estudio.</span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Los
experimentos de Caltech muestran la sensación de placer como un
producto de nuestra imaginación en el que nuestras expectativas son las
responsables de determinar el valor de nuestras experiencias.
Conclusión: el placer varía en función de lo que pensamos... o nos hacen
pensar. </span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Lejos
de considerar todos estos hallazgos como un fallo de nuestro cerebro,
estas conclusiones abren un mundo de posibilidades y opciones en la
construcción de experiencias mucho más satisfactorias sin que sea
necesario hacer sufrir a nuestros bolsillos. Nuestro cerebro esta
capacitado para disfrutar de las cosas sencillas, pero a medida que se
van ampliando el número de opciones sobre las que elegir, el precio es
un atajo que nos permite hacer asociaciones simples en busca de la
maximización del placer. ¿A alguien le cabe alguna duda de que las cosas
importantes de la vida no tienen precio?.</span></span></div>Luis Ángel Pioquintohttp://www.blogger.com/profile/02968169297399728770noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4967023489554756859.post-49928391519886226642012-05-07T22:47:00.000-07:002012-05-07T22:47:41.483-07:00Tics sociales<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/--OaesjIGmNY/TxjlXMMjs1I/AAAAAAAAHrE/Ds7m3ryGfjA/s1600/sindrome_tourette.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="256" src="http://4.bp.blogspot.com/--OaesjIGmNY/TxjlXMMjs1I/AAAAAAAAHrE/Ds7m3ryGfjA/s320/sindrome_tourette.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;">
<span style="font-size: small;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: normal;">Una
de las grandes aportaciones del cine a nuestra sociedad es que hace
visibles problemas “invisibles” que pasan totalmente desapercibidos. Ha sucedido con el Discurso del Rey y la tartamudez, pero hay
cientos de ejemplos que nos acercan a todo tipo de desórdenes que son
difíciles de entender hasta que los ves en la pantalla. Recuerdo el día
que vi Una Mente Maravillosa, ese día le puse cara a una enfermedad tan
terrible como la esquizofrenia, y entendí un poco mejor lo que sienten
quienes la padecen. Shutter Island es otro ejemplo que nos introduce en
el oscuro y confuso mundo de las alucinaciones. Pero hay una película
que me gustó especialmente y que me permitió entender algunos de los
desordenes neurológicos causados por el síndrome de Tourette.
La película es Mejor Imposible, en la que un Jack Nicholson
espectacular nos enseña una maraña de tics y manías que son mostradas de
una forma bastante cómica, pero que hacen que la vida del personaje sea
bastante complicada.</span></span>
</div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Esta
película me ayudó a conocer las dificultades a las que cada día tienen
que hacer frente las personas que sufren este tipo de desórdenes. Pero
lo que la película no muestra es la cara positiva de esta enfermedad,
una cara amable que abre un mundo de posibilidades para las personas y
la sociedad en general.</span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">El
síndrome de Tourette es un trastorno de desarrollo caracterizado por
una serie involuntaria de tics (verbales y motores). La vida de las
personas que sufren este tipo de desórdenes transcurre en una lucha
constante por tratar de evitar la cara visible de esta enfermedad: los
tics. Esta lucha se traduce en una activación incesante de la zona
dorsolateral del cortex prefrontal de nuestro cerebro, una zona asociada
al autocontrol y la regulación motora. Su activación incesante es la
responsable de que las personas con este tipo de afección tengan un
mayor control cognitivo que el resto de la población debido a sus
esfuerzos constantes por tratar de controlar palabras, gritos,
movimientos espontáneos, insultos,... que escapan a su control.</span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Investigadores
de la Universidad de Nottingham trabajaron sobre este hecho para
comprobar la consistencia de dichas conclusiones. Para ello diseñaron un
experimento en el que se trataba de inhibir los movimientos oculares
automáticos. El resultado del experimento fue que las personas con el
síndrome de Tourette cometían menos errores que el resto. Comparando las
imágenes por resonancia magnética de su cerebro, observaron que las
personas con el síndrome poseían una mayor densidad de conexiones en el
cortex prefrontal (recordemos que es donde se regulan nuestros
impulsos).</span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Hace poco escribía sobre el autocontrol en otro</span> <span style="color: red;"><span style="letter-spacing: 0px;">post</span></span><span style="letter-spacing: 0px;"><span style="color: red;">.</span>
En éste se hablaba de la voluntad y el autocontrol como recursos
cognitivos finitos, que cuando se agotan, dejan expuesta nuestra persona
a las respuestas caprichosas de nuestras emociones y sentimientos sin
ningún tipo de filtro que matice sus efectos sobre los que nos rodean.
El autocontrol y la fuerza de voluntad nos permiten ser mejores seres
sociales y nos introduce en contextos en los que ser flexible con
nuestro entorno nos reporta mayores beneficios a largo plazo.</span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">En 1999, los psicólogos Mark Muraven, Roy Baumeister y Diana Tice realizaron un <a href="http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/10457761"><span style="color: red;">estudio</span></a>
en el que le pedían a un grupo de estudiantes que mejorasen su postura
en clase durante dos semanas. En vez de sentarse encorvados, algo que
hacían de manera inconsciente, tenían que estar atentos y tratar de
sentarse derechos. Este grupo de estudiantes mostró un mejor resultado
que el de sus compañeros en actividades que requerían capacidades
relacionadas con el autocontrol. El porqué de estos resultados reside en
que mientras el grupo objeto del estudio entrenaba su autocontrol, el
resto lo dejaba libre y presa del momento. </span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Estos
resultados dotan de consistencia las conclusiones de los investigadores
de la Universidad de Nottingham. Resulta que el autoncontrol es algo
maleable y que podemos trabajar. Los estudios de personas con el
síndrome de Tourette demuestran como el entrenamiento constante ayuda a
mejorar capacidades como la de un mayor control de nuestros actos. En el
caso de las personas con el síndrome de Tourette se trata de tics, pero
hay otro tipo de tics que todos tenemos y que trabajamos poco, se trata
de los tics sociales, esos comportamientos automáticos que reproducimos
una y otra vez ante determinados patrones. Trabajarlos ayuda a que
recuperar la propiedad de nuestros actos.</span></span></div>Luis Ángel Pioquintohttp://www.blogger.com/profile/02968169297399728770noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4967023489554756859.post-80444471347781619122012-04-23T23:21:00.000-07:002012-04-23T23:21:46.405-07:00Cómo nos gustamos!!!<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-nQ1-0rc7AK8/Txj4Ll0HpjI/AAAAAAAAHt0/ew8Tc0xvCik/s1600/polos+opuestos.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="http://4.bp.blogspot.com/-nQ1-0rc7AK8/Txj4Ll0HpjI/AAAAAAAAHt0/ew8Tc0xvCik/s320/polos+opuestos.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="color: black; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;">
<span style="font-size: small;">¡los
polos opuestos se atraen!. ¿Verdad o mentira?. La cultura popular
utiliza este dicho para justificar la unión de personas muy diferentes,
pero, ¿realmente se atraen los polos opuestos?. La psicología ha
demostrado que esto no es así, que hay algo a lo que se denomina el
efecto similitud de atracción (SAE: <span style="letter-spacing: 0px;">similarity-attraction
effect) que provoca que nos pasemos un porcentaje importante de nuestro
tiempo buscando a personas que se parezcan a nosotros. Esta
característica humana es universal; aplica a todas las culturas que
habitan el planeta. Lo mismo sucede en tu trabajo que en una aldea
remota de las bosques de Borneo. La búsqueda de nuestros iguales empuja
buena parte de nuestras habilidades y acciones.</span></span>
</div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; color: black; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><br /></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; color: black; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Lo
psicólogos Paul Ingram y Michael Morris, de la Universidad de
Columbia, realizaron un experimento al que invitaron a un buen número de
altos ejecutivos de grandes empresas y de diferentes sectores. La
reunión era convocada con el objetivo de trabajar la red de contactos de
cada uno de ellos y así poder conocer colegas de otros entornos
profesionales. Las conversaciones entre los participantes eran
monitorizadas por los investigadores y éstos observaron, como de una
manera natural e inconsciente, los contables se juntaban con los
contables, los ingenieros buscaban otros ingenieros con quienes
compartir experiencias, los médicos debatían con otros médicos la
resolución de las encrucijadas de la salud. Al final, una reunión cuyo
objetivo era mezclar personas diferentes, se acabó convirtiendo en una
sala con tantas reuniones paralelas como pares de iguales participaban.</span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; color: black; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><br /></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; color: black; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">El
anhelo por compartir nuestro tiempo con personas lo más parecidas
posible a nosotros, no sólo influye en fiestas y reuniones, este deseo
conforma la red social en la que vivimos y nos movemos, haciéndola cada
vez más selecta y restringida, un club en el que sólo se aceptan
personas como yo, con mis gustos e inquietudes, con mis valores y
principios, que comparten todo aquello que me mueve a actuar. Este hecho
hace que nuestro mundo social esté repleto de personas con las que nos
es más sencillo y cómodo vivir, donde el día a día es más llevadero y
donde nos resulta más fácil ser nosotros mismos.</span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; color: black; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><br /></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; color: black; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Esta
realidad tiene implicaciones muy claras y de gran impacto en nuestras
vidas. Cuando vivimos la vida como si fuera un accidente, dejando que el
día a día decida por nosotros, nos podemos encontrar en lugares a los
que no pertenecemos y donde las personas con las que lo compartimos nada
tienen que ver con nosotros. En esos “no lugares” será muy difícil que
podamos ser nosotros mismos y dar salida a nuestras necesidades como
animales sociales. Si lo trasladas a tu trabajo será fácil que entiendas
lo difícil que resulta bregar en un sitio en el que tus compañeros nada
tienen que ver con tu forma de ser. Cuando la vida toma las decisiones
por nosotros y el efecto similitud de atracción queda atrofiado por la
inercia de lo cotidiano, corremos el riesgo de equivocarnos a la hora de
escoger nuestros compañeros de viaje, lo que supondrá un gran tapón a
nuestros talentos, virtudes y fortalezas.</span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; color: black; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Todo
esto no es sólo un mal que afecte a las personas. Las empresas también
padecen de esta miopía social, y en este caso el error consiste en
pensar que todas las personas son iguales y que lo único importante es
que trabajen. Traducido al mundo de las normas sociales es tanto como
afirmar que te podrías casar con cualquier persona siempre y cuando
fuera del otro sexo (o no). Cuando una empresa busca un profesional
adecuado para su organización debe pensar en los valores y principios
que la definen para luego tener claro quién puede formar parte de ese
proyecto a largo plazo. Todo lo demás es como acudir a esa fiesta de la
que hablábamos al principio, si no tienes nada en común con la persona,
ésta no tardará en darte la espalda y ponerse a hablar con otra.</span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; color: black; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><br /></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; color: black; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Empezaba
el post con un dicho popular y me voy a atrever a cerrar con otro: dime
con quién andas y te diré quién eres. Cuando veamos dos polos opuestos
juntos nos tendremos que preguntar si realmente son tan opuestos como
aparentan… a lo mejor nos llevamos una sorpresa y vemos más similitudes
que diferencias.</span></span></div>Luis Ángel Pioquintohttp://www.blogger.com/profile/02968169297399728770noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4967023489554756859.post-926045681868298962012-04-02T23:07:00.000-07:002012-04-02T23:07:00.738-07:00UYYYY!!! Casi Casi!!!<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvS7gPkvKporak2XtwWYBJGrJ_w1pi3f-K-oun0BajjnVqoDR57SS_3I3QMMjAHyNvmMEvKxuTuu8mumuNIzcCIQHSWIZhLMwY_hAD2nzxJNEuhvdpp4isfQSkDZ4BGup5tyPu4_A6Iwc/s1600/casi_casi.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="306" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvS7gPkvKporak2XtwWYBJGrJ_w1pi3f-K-oun0BajjnVqoDR57SS_3I3QMMjAHyNvmMEvKxuTuu8mumuNIzcCIQHSWIZhLMwY_hAD2nzxJNEuhvdpp4isfQSkDZ4BGup5tyPu4_A6Iwc/s320/casi_casi.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;">
<span style="font-size: small;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: normal;">De
lo intrínseco de la motivación hemos hablado en múltiples ocasiones en
este blog. No hay duda de que le verdadera motivación nace dentro de
cada uno de nosotros. Se trata de una energía que nosotros fabricamos y
cuyos interruptores son la autonomía, la maestría y el propósito. Pero
nunca hemos hablado de cuál es el motor que mantiene toda esta
maquinaria en marcha. Yo le voy a llamar: uyyy!!!. Se trata de la
sensación que genera en nosotros situaciones en las que, casi,
conseguimos el objetivo deseado. Cuando nos quedamos a un punto de la
gloria. Situaciones que generan cantidades suficientes de dopamina, que
inundan nuestro cerebro medio creando en nosotros sensaciones similares a
la de la victoria. No hemos ganado, pero casi. Y ese “pero casi” es un
uyyy! que anula en nuestro cerebro la sensación de derrota y nos empuja a
seguir intentándolo... porque hoy es nuestro día de suerte!. Nuestro
circuito de recompensas se ve atraído de una manera intrínseca por la
sensación que genera uyyy!</span></span>
</div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Cuando
las cantidades de dopamina generadas en el cerebro están muy por encima
del nivel de equilibrio, entonces podemos ver la cara oscura de este
proceso en forma de ludopatía. Una enfermedad que impide ver al que la
sufre las inmensas probabilidades que tiene el fracaso en su búsqueda
incesante del gran triunfo. Los casinos son fábricas de algoritmos
diseñados para aprovecharse del motor de la motivación intrínseca. Un
motor que se activa cada vez que el uyyy! hace presencia en nuestras
vidas.</span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Nuestros
más antiguos ancestros ya eran movidos por esta fuerza empujándoles a
cazar más, a buscar un mejor lugar donde vivir, a querer demostrar que
su esfuerzo se merecía mucho más. Esta fuerza nos ha traído hasta aquí,
un mundo donde tenemos más de lo que podemos tener. </span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Si
te paras a pensar en esta fuente de energía cinética seguro que
detectas entre tus múltiples actividades diarias aquellas que despiertan
la fuerza que te empuja un poquito más. Esa energía que hace nuestras
vidas interesantes al ser la responsable de anunciarnos la presencia de
lo que realmente nos gusta. Cuando este motor se enciende hay algo ahí
que nos hace sentir bien, una sensación que nos permite disfrutar de la
fuerza del progreso. Y en el momento que el progreso hace presencia en
nuestras vidas, nuestra fuerza de voluntad se ve enormemente reforzada.</span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Conocemos
los interruptores y sabemos como funciona el motor de la motivación
intrínseca, ¿entonces, por qué no los usamos más a menudo?. Esto, lejos
de ser un secreto, es una herramienta de trabajo para muchas personas
que diseñan estímulos que cada día hacen miles de impactos en nuestra
vida. Como todas las fuentes de energía, son limitadas, y cuando su uso
se ve activado en múltiples ocasiones, por cada vez más ingeniosas
formas de llegar a nosotros, sufrimos el riesgo de que el motor se vicie
y no podamos usarlo cuando realmente más lo necesitamos.</span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">La
fuerza de “casi casi” es nuestro mayor aliado a la hora de encontrar la
forma de poner en marcha nuestro interior. Vigilar cómo funciona y
cuándo funciona este motor ayuda a encontrar nuestro mejor yo. Un yo que
olvida lo que le rodea para disfrutar realmente de lo que hace, de esa
tarea que es inmune a evaluaciones, juicios de valor, plazos, miedo,
imposiciones,... Cuando encontramos esa tarea nosotros somos los dueños,
los que controlamos lo que pasa, precisamente porque somos los que
mejor entendemos lo que hacemos, y además, lo que hacemos nos permite
sentir esa conexión entre el resultado de nuestro trabajo y su objetivo.
Cuando esto sucede la magia del significado genera el envoltorio de una
ecuación perfecta cuyo resultado es una de las mejores versiones de ti
mismo.</span></span></div>Luis Ángel Pioquintohttp://www.blogger.com/profile/02968169297399728770noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4967023489554756859.post-72223212373856643552012-03-13T00:28:00.001-07:002012-03-13T00:28:41.361-07:00¿De dónde vienen los malos humos?<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxIggObNfHiTVWtwa2_4FbQMqgRdgiNVyRBEGIvDWBU0krXyOWCxiQRsrOG89j-8fEFdkKcWo8dmmduPVOXZxhcYq265YeXD_8cH1AuWQNY8YcLitU_voW8eWcPdmMJgp1UikTSlwbh9E/s1600/malos_humos.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="238" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxIggObNfHiTVWtwa2_4FbQMqgRdgiNVyRBEGIvDWBU0krXyOWCxiQRsrOG89j-8fEFdkKcWo8dmmduPVOXZxhcYq265YeXD_8cH1AuWQNY8YcLitU_voW8eWcPdmMJgp1UikTSlwbh9E/s320/malos_humos.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;">
<span style="font-size: small;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: normal;"><span style="letter-spacing: 0px;">¿Te
suena eso del típico día duro de trabajo en el que llegas a casa de
mala leche?. Creo que es algo más común de lo que parece. Esa mala leche
surge por algo, y como siempre, los científicos sociales nos ayudan a
entender el origen del mal humor. En los años </span><span style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; letter-spacing: 0px; line-height: normal;">90, </span><span style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">Roy
Baumeister y Mark Muraven nos hablaron del “agotamiento del ego”.
Nuestro autocontrol y fuerza de voluntad son recursos cognitivos
finitos, de manera que su sobreutilización acarrea un agotamiento del
ego que lo convierte en cobarde y débil a la hora de afrontar la
realidad que le toca. </span><span style="letter-spacing: 0px;">Nuestro
día a día hace que vivamos con el piloto automático puesto y eso nos
lleva a vivir una vida que a veces no se parece a la que nos gustaría.</span></span></span>
</div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; color: #333233; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">En el 2007 se realizó un<span style="color: red;"> </span><a href="http://www.uky.edu/%7Enjdewa2/DeWalletalJESP2007.pdf"><span style="color: red;">estudio</span></a> en esta línea que reforzaba las teorías de </span><span style="letter-spacing: 0px;">Roy
Baumeister y Mark Muraven. Se disponía un grupo de hambrientos
individuos a los que se le ofrecía un sabroso donuts de chocolate. Los
científicos le pedían a los participantes que tratasen de reprimir su
ansias por comerse aquel delicioso donuts. Pasado un tiempo, los
científicos comenzaron a increpar a los participantes. Comprobaron que
aquellos que no habían conseguido refrenar sus ansías tenían respuestas
mucho más agresivas a los insultos de los científicos. Esto confirma el
típico estado de ánimo de la gente que está a dieta o tratando de dejar
el tabaco. La necesidad de autocontrolarse agota su ego dejando que las
emociones negativas afloren mostrando su peor cara.</span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; color: #333233; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; color: #333233; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Estos
estudios le dan sentido a la necesidad de ser uno mismo en el trabajo, y
en la vida en general. Ser uno mismo suena evidente, pero es increíble
comprobar como dejamos de serlo para tratar de comportarnos de otra
manera. Esto nos conduce al agotamiento de nuestra esencia, y eso puede
resultar peligroso. </span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; color: #333233; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">La
velocidad de nuestras vidas nos obliga a vivir a un ritmo en el que
malgastamos el autocontrol y la fuerza de voluntad, dos recursos
necesarios para mantener nuestra homeostasis interior. Derrochamos estos
recursos en situaciones poco necesarias, lo que demuestra que el ser
humano es un depredador de los recursos finitos. Cada vez que tenemos a
nuestro alcance recursos limitados los consumimos hasta agotarlos. Así
sucede con el petróleo, los bosques, los océanos,... y por supuesto, con
la fuerza de voluntad y el autocontrol. ¿Por qué lo hacemos?, quizás
por esas prisas con las que vivimos. Mucho no es sinónimo de mejor.
Elegimos y pensamos como maximizadores, lo que nos aparta del
equilibrio. Situaciones mantenidas de este tipo de comportamientos
tienen situaciones fatales: divorcios, despidos, quiebras,...</span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; color: #333233; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; color: #333233; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">A lo largo de este blog he escrito muchos <span style="color: red;"><span style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">posts</span></span>
en los que se hace referencia a la vocación. Realmente esta es la clave
para evitar que nuestro ego se agote y nos convierte en nuestras peores
versiones. Cuando haces algo con lo que disfrutas es raro que tengas
que utilizar el autocontrol y la fuerza de voluntad. Estos bienes están a
buen recaudo cuando lo que haces no supone esfuerzo alguno para ti,
cuando puedes ser tú mismo, cuando puedes expresar tus ideas y
pensamientos. En estas situaciones nuestra fuerza de voluntad y nuestro
autocontrol disponen de una tarifa plana. No hay consumo y por lo tanto
nuestro equilibrio interior nos conduce con mayor facilidad a
sentimientos de bienestar.</span></span></div>
<div style="color: #333233; font: 12.0px Arial; margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span"><span style="font-size: 12px;"><span style="letter-spacing: 0px;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;">Merece
la pena dedicarle tiempo a pensar: ¿qué es lo que me gusta?, porque
cuando encuentras la respuesta dispones de la llave que abre una de las
puertas que conduce al bienestar. </span></span></span></span></span></div>Luis Ángel Pioquintohttp://www.blogger.com/profile/02968169297399728770noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4967023489554756859.post-84671892919556776502012-01-19T20:21:00.000-08:002012-01-19T20:21:18.911-08:00El talento está lento<div style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;">
<span style="font-size: small;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: normal;"> A principios
de los 80, el psicólogo de la Universidad de Minnesota, Paul Sackett,
realizó un experimento con cajeras de supermercado en el que medía la
velocidad con la que eran capaces de pasar por el escáner un par de
docenas de productos. Las primeras conclusiones eran obvias: unas
cajeras eran más rápidas que otras.</span></span>
</div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="letter-spacing: 0px;">Estos
datos fueron cruzados con el historial de rendimiento de cada un de
ellas, un historial en el que se medía como había sido su trabajo
durante largos periodos de tiempo. Sackett creyó que puntuaciones altas
en el experimento, es decir, personas que habían sido muy rápidas en la
tarea de pasar productos por el lector, serían las que mostrasen un
mejor desempeño a largo plazo. Pero lo que se encontró fue una
correlación muy baja entre ambos factores. Este hecho le llevó a
distinguir dos tipos de rendimiento: el “rendimiento máximo” era aquel
que se detectaba cuando se cronometraba a las cajeras, éstas, motivadas
por el hecho de ser evaluadas, ponían toda su atención en hacerlo lo
mejor posible. El otro tipo era el “rendimiento típico”, resultado de
muchas horas de trabajo en las que la persona no estaba siendo
cronometrada, y por lo tanto carecía de esa motivación adicional.</span></span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="letter-spacing: 0px;">La
diferencia entre ambos tipos de rendimiento residía en que el
rendimiento máximo no intervenían rasgos de personalidad, rasgos que sí
hacían presencia en el rendimiento típico y cuyo protagonismo modificaba
el resultado, a priori evidente.</span></span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-Gj9Uew27ddU/Txjm4M3owvI/AAAAAAAAHrQ/q4w3BgpURr8/s1600/talento.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://1.bp.blogspot.com/-Gj9Uew27ddU/Txjm4M3owvI/AAAAAAAAHrQ/q4w3BgpURr8/s320/talento.jpg" width="260" /></a></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="letter-spacing: 0px;">Los
experimentos del profesor Sackett muestran el grave error que cometemos
cuando medimos. Somos una sociedad obsesionada por el máximo
rendimiento, no por el rendimiento típico. Venimos de un contexto
orientado a medir a través de todo tipo de tests: quién es el más listo,
quién tiene el mayor coeficiente intelectual, quién memoriza mejor,
quién pasa las pruebas de acceso, quién aprueba el examen... muchas
pruebas que nos dicen quién es mejor realizando máximos rendimientos.
Pero resulta que la vida no termina cuando termina nuestra etapa
formativa, ahí es donde empiezan las pruebas que miden el rendimiento
típico, que a la postre es él que indica el éxito o fracaso profesional.</span></span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="letter-spacing: 0px;">En
la obsesión por medir el talento nos han podido las prisas. Todas
nuestras pruebas encargadas de medir el máximo rendimiento son
incompletas por carecer de lo más importante: la capacidad de medir
algunos de los factores esenciales para el de éxito en la vida, tales
como el autocontrol o la perseverancia. Rasgos de carácter que no son
medidos por los tests, y que sin embargo son un factor diferencial para
hacer diagnósticos a largo plazo.</span></span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="letter-spacing: 0px;">Los
test de máximo rendimiento, por ejemplo, funcionan muy bien para
determinar el éxito en pruebas deportivas. Éstas se caracterizan por
buscar en cada persona su máximo potencial en periodos cortos de tiempo.
Pero por mucho que nos lo quieran hacer creer, nuestra vida poco tiene
que ver con cualquier prueba deportiva. El talento es talento, y el
talento está lento. Hay un antídoto que nos ayuda a detectar el talento
en su estado más puro, pero éste cotiza a la baja hoy en día ya que
consume tiempo, se trata de la observación, una ciencia lenta, que
requiere su tiempo y su espacio, una ciencia que no arroja resultados
rápidos, pero que nos da el poder de conocer en profundidad la realidad
que nos rodea. Este hecho permite que nuestro instinto presente
porcentajes de acierto muy superiores al de algunas disciplinas de la
ciencia.</span></span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="letter-spacing: 0px;">Seguro
que decidir quién es tu amigo no es una tarea que te tomes a la ligera.
Estoy seguro también de que no le pases ningún tipo de test psicológico
a tus amigos, y es muy probable que tu porcentaje de error en estos
“procesos de selección” haya sido muy bajo. </span></span></span></div>
<div style="font: 12.0px Helvetica; margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12px;"><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span style="letter-spacing: 0.0px;"><span style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size: small;">En
aquellos ámbitos de nuestra vida en los que podemos permitirnos el lujo
de pararnos a observar es muy probable que nos sea más sencillo
asegurar quién es el que posee el talento de... </span></span></span></span></div>Luis Ángel Pioquintohttp://www.blogger.com/profile/02968169297399728770noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4967023489554756859.post-82868962674967748802012-01-19T19:37:00.000-08:002012-01-19T19:37:12.150-08:00Sobremotivación<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnSy5MfCmUbax8o1XLGtzC0vlXIN5q7VyA4KVdA7qX3J4L4-4n37TWIEzTBD3WNg2E7wG6ZFFTsI1w2zTMCCf9xlb5JborvSMzTUjtQDPuiI7HPXNBMJyeIrBimYyBb0P3pgKWM9vaK6A/s1600/sobremotivacion.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="186" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnSy5MfCmUbax8o1XLGtzC0vlXIN5q7VyA4KVdA7qX3J4L4-4n37TWIEzTBD3WNg2E7wG6ZFFTsI1w2zTMCCf9xlb5JborvSMzTUjtQDPuiI7HPXNBMJyeIrBimYyBb0P3pgKWM9vaK6A/s320/sobremotivacion.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;">
<span style="font-size: small;">S<span><span style="letter-spacing: 0px;">i
alguien te dijese que de hoy en una semana tienes que dar un discurso
delante de 1000 personas sobre algo que te apasiona, ¿cómo te
sentirías?. Estoy seguro de que a la mayoría nos asaltaría el miedo
inicial: “¡1000 personas!”. Pero en ese mismo momento nos pondríamos a
trabajar en ello para hacerlo lo mejor posible. Practicaríamos una y
otra vez el discurso en la intimidad de nuestras habitaciones hasta
conseguir el mejor resultado posible. Pero resulta que el día del
discurso la presión de las 1000 personas bloquea nuestra voz y hace que
el resultado del discurso no sea el mismo que el alcanzado en la
habitación de nuestra casa. En este caso, el interés por impresionar a
nuestro público es un claro ejemplo de sobremotivación, que en vez de
permitirnos dar lo mejor de nosotros mismos, nos conduce a la situación
opuesta.</span></span></span>
</div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="letter-spacing: 0px;">Vivimos
tiempos de cambio en el terreno de la retribución. El antiguo modelo,
en el que mayores incentivos conducían a mejores resultados, ha dejado
paso a un modelo que se mueve en sentido contrario: mayores incentivos
provocan peores resultados.</span></span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="letter-spacing: 0px;">Se
ha demostrado en repetidos experimentos que tareas rudimentarios se
realizan mucho mejor cuanto mayor es el incentivo que se recibe a
cambio. Pero cuando las tareas rudimentarias se sustituyen por tareas
que supongan el más mínimo uso de funciones cognitivas, la relación es
inversa. Los casos de <span style="color: red;"><span>glosofobia</span></span>,
como el descrito en el ejemplo inicial, muestran como un incentivo
excesivo puede bloquear nuestra capacidad para conseguirlo, nos aparta
de la tarea y nos acerca al incentivo, esto hace que nuestro nivel de
atención sea mucho menor, mermando así nuestra capacidad para hacer lo
que antes era mucho más sencillo.</span></span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="letter-spacing: 0px;">Otra
historia curiosa que nos puede ayudar a entender este tema es la del
niño tartamudo: se trataba de un niño con dificultades de habla que un
día se coló en el autobús con tan mala suerte que el revisor lo pilló
durante su travesura. Éste, al dirigirse al niño pidiéndole el billete,
provocó que el niño buscara una manera de escapar del castigo que le
esperaba, eso le llevó a pensar: “si tartamudeo seguro que le doy pena y
me deja viajar gratis”. Con esta idea en mente comenzó a hablar. En ese
mismo momento pudo escucharse a si mismo en un discurso fluido, en el
que la tartamudez había desaparecido para dejar paso a un chorro de voz
constante. A este niño la sobremotivación por tartamudear le costó el
billete de autobús. No se trataba de una tarea rudimentaria, consistía
en fingir, en actuar delante de aquel revisor para tratar de ablandar su
corazón, y fue precisamente esa presión social la que en este caso jugó
el papel de sobremotivador alejando al niño de hacer bien lo que tenía
que hacer, aunque esto fuese tan cotidiano para él como tartamudear.</span></span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; letter-spacing: 0px; line-height: normal;">Hace ya mucho tiempo que hablamos en este blog del maravilloso descubrimiento que </span><span style="letter-spacing: 0px;">Mihaly Csikszentmihalyi hizo en su día cuando le habló al mundo del “<span style="color: red;"><span style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">Flow</span></span>”.
Realmente creo que este concepto esconde la solución a muchos de los
problemas que tienen que ver con las personas y su situación
profesional. El control del binomio: retos/habilidades, es el secreto
del camino medio. El que lo encuentra disfruta de sus ventajas y una
placentera sensación de bienestar, el que se aparta del camino medio
comienza a dar bandazos en búsqueda de un equilibrio que cuanto más se
busca, más se aleja.</span></span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="letter-spacing: 0px;">El
caso de la sobremotivación responde a un encarecimiento artificial del
reto. Este precio inflacionario deja sin valor a unas habilidades
suficientes pero que se han visto relegadas por el excesivo precio de
los incentivos.</span></span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="letter-spacing: 0px;">La
búsqueda del equilibrio a la hora de fijar sistemas de incentivos
modernos debe tener en cuenta que las tareas cognitivas, cada día más
frecuentes en nuestro trabajo, cambian la idea de que cuanto más, mejor.
En la nueva ecuación de cálculo existen sentimientos, creencias,
expectativas,... que hacen que la búsqueda de una fórmula universal se
torne en misión imposible. Cada persona tiene una ecuación distinta.
Cuanto mayor sea el grado de personalización del cálculo, mejor será el
resultado. Las fórmulas universales buscan una media que molesta, sobre
todo, a los que están por encima de ella. Al mismo tiempo, funciona como
un sobremotivador para todas las personas que se encuentran por debajo
de la media. </span></span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="letter-spacing: 0px;">La
generalidad se agota, cada día tenemos que aproximarnos más a la
persona, conocerla y ser conscientes de sus necesidades y expectativas.
Cuanto más cerca estemos de este punto, mayor será nuestra capacidad
para diseñar un entorno en el que la persona fluya en un proceso
constate de automotivación.</span></span></span></div>Luis Ángel Pioquintohttp://www.blogger.com/profile/02968169297399728770noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4967023489554756859.post-86342411694514513932011-11-23T22:37:00.001-08:002011-11-23T23:20:42.669-08:00contrafreeloading<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhiVrujY_viyHpNDfzSv3m9hC7AJe9kojGioDtPtyfd2RYxkoxiF34WwX1PcME_JdwS33fNFGBToH7DQTPpbG-YyTajBfFLqP4M8tX7krFX9nkbrATFzuVikkpbkvq0PI-WbhsliigaWFs/s1600/esfuerzo.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="310" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhiVrujY_viyHpNDfzSv3m9hC7AJe9kojGioDtPtyfd2RYxkoxiF34WwX1PcME_JdwS33fNFGBToH7DQTPpbG-YyTajBfFLqP4M8tX7krFX9nkbrATFzuVikkpbkvq0PI-WbhsliigaWFs/s320/esfuerzo.jpg" width="320" /></a></div>
<span style="font-size: small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial,helvetica,sans-serif; line-height: normal;">De
un tiempo a esta parte una gran cantidad de empresas se han dado cuenta
de una característica de nuestro subconsciente a la que le sacan un
gran partido y una mayor rentabilidad. Se trata de esa tendencia que
tenemos a sobrevalorar nuestro trabajo. </span></span>
<br />
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: arial,helvetica,sans-serif; font-size: small;"><span><span style="letter-spacing: 0px;">Cada
vez es más común que nos dejen customizar nuestras zapatillas de
deporte, nuestro coche, la ropa, los productos electrónicos, nuestras
vacaciones, nuestros productos financieros,... y en esa customización
reside el secreto. Se trata de la regla del 70/30, un 70% es producto
elaborado, el 30% restante corre de nuestra cuenta. Y es ese 30% el que
le otorga al producto un plus que incrementa su valor por encima de su
valor de mercado. Ese plus es lo que vale nuestro trabajo. De qué manera
se podría explicar sino el que los clientes de los bancos hagan sus
transferencias desde internet ahorrando el trabajo al propio banco y aún
así estén dispuestos a pagar por ello, o como muchas marcas te ceden
una parte del diseño de sus productos en las que el cliente asume un
sobrecoste por ello. </span></span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: arial,helvetica,sans-serif; font-size: small;"><span><span style="letter-spacing: 0px;">Los
animales presentan un comportamiento ciertamente curioso en lo que se
refiere a las recompensas, y que nos puede ayudar a entender lo
anteriormente descrito. No sé si habéis tenido la oportunidad de visitar
un parque de adiestramiento de loros, estos simpáticos animales
muestran una tendencia a despreciar toda aquella recompensa que no sea
fruto de un esfuerzo previo. Da igual que tengan una plato repleto de
sus alimentos favoritos al alcance de sus “manos”, ellos muestran una
preferencia innata a ganárselos fruto de su esfuerzo. El psicólogo Glen
Jensen acuñó este comportamiento como contrafreeloading, que describe la
preferencia de ciertos animales a ganarse la comida frente a
simplemente disponer de la misma sin tener que realizar esfuerzo alguno.</span></span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;">Resulta curioso los paralelismos que existen entre la customización y el contrafreeloading:</span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;">- El esfuerzo que ponemos en algo no cambia el objeto, simplemente cambia la valoración que nosotros hacemos del mismo.</span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;">- Cuanto mayor es la cantidad de trabajo, mayor es el amor por el mismo.</span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: arial,helvetica,sans-serif; font-size: small;"><span><span style="letter-spacing: 0px;">La
creencia popular muestra un panorama bien distinto. El esfuerzo saca a
la persona de su espacio de confort conduciéndolo por el camino de la
frustración y el estrés. Según dichas creencias, si el ser humano
quisiera maximizar su bienestar tendría que evitar cualquier tipo de
trabajo y buscar un estado continuo de relajación... esto me recuerda a
la imagen que nos presentan constantemente de una vacaciones ideales:
palmeras, playa, tumbona, mojitos y poco más.</span></span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: arial,helvetica,sans-serif; font-size: small;"><span><span style="letter-spacing: 0px;">Sin
embargo hay algo en nuestro interior que niega esta creencia, sin ir
más lejos pienso en nuestras aficiones. A todo el mundo le gusta hacer
algo, y ese algo generalmente suele suponer esfuerzos y sacrificios que
hacen que la tarea sea interesante en sí misma. Por ella estamos
dispuestos a sacrificar tiempo, esfuerzo y recursos. Una característica
de este tipo de actividades es que perduran en el largo plazo y la
rentabilidad de las mismas no se mide por los resultados inmediatos, es
el camino lo que nos hace disfrutar, y no el resultado.</span></span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: arial,helvetica,sans-serif; font-size: small;"><span><span style="letter-spacing: 0px;">Llama
la atención lo bien que han sabido entender esta característica humana
determinadas marcas, pero lo que es realmente curioso es lo poco claro
que lo tenemos nosotros. Nos hemos instalado en la demonización del
esfuerzo, en la creencia de que cuanto más fácil mejor, y eso nos
incapacita para crecer y buscar el verdadero disfrute que supone
conseguir las cosas fruto del esfuerzo y el trabajo. Este camino mina
nuestra capacidad para perseverar y nos instala cómodamente en nuestros
sillones, donde el confort de nuestras vidas nos impide entender el
verdadero valor del trabajo. </span></span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: arial,helvetica,sans-serif; font-size: small;"><span><span style="letter-spacing: 0px;">Los loros lo tienen claro, ¿es que vamos a ser nosotros menos?.</span></span></span></div>Luis Ángel Pioquintohttp://www.blogger.com/profile/02968169297399728770noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4967023489554756859.post-32743065276422510762011-11-03T22:03:00.000-07:002011-11-03T22:03:54.729-07:00El camino de tu vida<div style="font: 12.0px Helvetica; margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span style="letter-spacing: 0px;">Sorprende
ver como los animales al nacer son capaces de levantarse y comenzar a
interactuar con su entorno en periodos de tiempo mucho más cortos de los
que un ser humano comienza a andar o a valerse por sí mismo. Nosotros
llegamos a este mundo más desprovistos de recursos que los animales,
pero es precisamente esta circunstancia la que fija una gran diferencia
entre ambos. Una gacela no se puede permitir el lujo de no caminar en
cuanto nace porque ello sería sinónimo de muerte segura. Un bebé tiene
el amparo y protección de sus padres, y puede vivir durante varios años
sin ser capaz de defenderse de una manera autónoma sin que ello
signifique peligro alguno para su integridad física.</span></span></span></span></div>
<span style="font-size: small;">
</span><div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span style="letter-spacing: 0px;">En
el caso de los animales, su disco duro arranca con una cierta cantidad
de información que los propios instintos definen y que garantizan
mayores probabilidades de supervivencia en entornos hostiles y
cambiantes. De esta manera, los procesos de aprendizaje siguen un guión
que se repite generación tras generación y que no deja lugar a la
imaginación. Los instintos mandan.</span></span></span></span></div>
<span style="font-size: small;">
</span><div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<span style="font-size: small;">
</span><div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span style="letter-spacing: 0px;">El
ser humano parte de una situación totalmente diferente. Nuestro disco
duro viene prácticamente vacío. Nacemos sin un guión claramente
preestablecido, esta tarea se delega a cada individuo. Y es precisamente
esa circunstancia la que hace que nuestros procesos de aprendizaje sean
mucho más flexibles que los del resto de seres vivos, disfrutando de un
amplio abanico de posibilidades, buenas y malas, que a la postre serán
claves en la definición de la esencia de las personas. </span></span></span></span></div>
<span style="font-size: small;">
</span><div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span style="letter-spacing: 0px;">Bajo
este cúmulo de circunstancias, el ambiente en el que aprenda la persona
es fundamental ya que de nuestra relación con el medio surgirán
comportamientos saludables o malsanos. La flexibilidad y el amplio rango
de posibilidades de la que hablábamos antes, convierte a la persona en
un ser indefenso a expensas de lo que le rodea. Si tiene la suerte de
crecer en un lugar adecuado, con una educación y valores apropiados, es
muy probable que esa persona viva una vida equilibrada. Un ambiente
inapropiado convierte a la persona en un océano de emociones donde sube y
baja la marea al ritmo que marca el entorno.</span></span></span></span></div>
<span style="font-size: small;">
</span><div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span style="letter-spacing: 0px;">Por
lo tanto, se podría decir que el proceso de maduración humana es el
resultado de la interacción de nuestra herencia genética con un “yo” que
se ha ido formando y definiendo como consecuencia de su contacto con
diferentes ambientes.</span></span></span></span></div>
<span style="font-size: small;">
</span><div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="clear: left; float: left; font-family: arial,helvetica,sans-serif; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" height="230" src="http://www.bitacorarh.com/files/u2/crecer.jpg" width="320" /></span><span style="font-size: small;"><span></span></span></div>
<span style="font-size: small;">
</span><div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span style="letter-spacing: 0px;">Soy
de los que cree en procesos de maduración continua. No creo que una
persona pueda considerar que ya está “hecha” en un determinado momento
de su vida. Las personas se definen desde el momento en el que nacen
hasta el día en el que mueren, es por ello que todo cuenta en nuestro
proceso de maduración. A lo largo de nuestra vida los ambientes cambian
constantemente, pero hay uno de ellos que cada vez dura más tiempo y que
juega un papel importantísimo en nuestras vidas. Se trata de nuestros
trabajos, quizás sea este entorno el más prolongado en nuestras vidas, y
quizás por ello sea uno de los que más influye en nuestra construcción
como seres humanos.</span></span></span></span></div>
<span style="font-size: small;">
</span><div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span style="letter-spacing: 0px;">Vivimos
tiempos de paro y crisis, y cada vez la cosa deja menos margen para
escoger buenos lugares donde trabajar, además, resulta que todo el mundo
quiere trabajar en ellos... ¿por qué será?.</span></span></span></span></div>
<span style="font-size: small;">
</span><div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<span style="font-size: small;">
</span><div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span style="letter-spacing: 0px;">Nuestra
familia nos viene dada, no podemos elegirla, la lotería de la vida nos
otorga unos padres que jugarán un papel fundamental en nuestro proceso
de desarrollo. En el caso del trabajo, sí que tenemos la posibilidad de
elegir. A pesar de que las cosas no son fáciles, nosotros tenemos la
llave que abre las puertas que tenemos delante. </span></span></span></span></div>
<span style="font-size: small;">
</span><div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span style="letter-spacing: 0px;">Por
otro parte, las empresas que sean capaces de generar ambientes
apetecibles, ambientes de equilibrio y desarrollo, donde las personas
puedan ser ellas mismas y donde crecer sea parte del paisaje, tendrán la
clave para atraer a lo mejores y más equilibrados profesionales.</span></span></span></span></div>Luis Ángel Pioquintohttp://www.blogger.com/profile/02968169297399728770noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4967023489554756859.post-84412901492110198112011-10-17T23:55:00.000-07:002011-10-17T23:55:30.481-07:00Mío<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-I7ZVKHKjuiQ/Tp0hc_WWeeI/AAAAAAAAGoU/bf53b3RiWR8/s1600/mio.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="264" src="http://4.bp.blogspot.com/-I7ZVKHKjuiQ/Tp0hc_WWeeI/AAAAAAAAGoU/bf53b3RiWR8/s320/mio.jpg" width="320" /></a></div>
<span class="Apple-style-span" style="font-family: arial, helvetica, sans-serif;">“La
teoría del cepillo de dientes”: todo el mundo necesita uno, pero nadie
quiere usar el de otra persona. ¿Alguien duda de la veracidad de esta
teoría?.¿Y qué pasa con las ideas?, ¿no ocurre algo parecido?. Al igual
que con los cepillos de dientes, preferimos nuestras creencias a las del
vecino. Es algo natural, para algo son nuestras ideas!!!. Este
comportamiento irracional es algo universal y común.</span>
<br />
<div style="color: #e02411; font: 12.0px Helvetica; margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; min-height: 14.0px; text-align: justify;">
</div>
<div style="font: 12.0px Helvetica; margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span><a href="http://danariely.com/">Dan Ariely</a></span><span style="letter-spacing: 0px;">
habla del efecto Ikea. ¿Habéis oído presumir a alguien de sus muebles
más que los dueños de un mueble Ikea?. Que gran estrategia la de esta
multinacional, ha sabido entender dónde reside uno de los motivadores
esenciales de la persona. El orgullo de hacer algo, el orgullo de
construir con nuestras propias manos, el orgullo de alcanzar el
objetivo,... ahora algo del mueble es tuyo. Tu trabajo es la escultura
que puedes ver y que te recuerda que tú lo has hecho.</span></span></span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span style="letter-spacing: 0px;">Un
trabajo al que encuentras sentido y que aporta. Esta es una de las
patas de la esencia de la vocación. Cuando sientes que controlas el
proceso, cuando ves de principio a fin, cuando lo que esperas lo sientes
como si fuese tuyo, es entonces cuando se enciende la chispa, y nuestro
motor comienza a funcionar sin consumir.</span></span></span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span style="letter-spacing: 0px;">Como
es nuestro y nos sentimos orgullos, es precisamente ese orgullo el que
nos conduce a sobrevalorar nuestro trabajo. El fruto de nuestro esfuerzo
sólo lo sentimos nosotros, su dureza nos recuerda que no hay nada que
lo pague. Ese precio inflacionario es el que provoca la falsa ilusión de
que lo nuestro es mejor que lo del vecino. En esta bolsa llena de
nuestros puntos, hay unos que suman y otros que restan, lo que ocurre es
que no sabemos diferenciarlos.</span></span></span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span style="letter-spacing: 0px;">Nuestras
ideas son como los muebles del Ikea: las hemos hecho nosotros y su
esfuerzo fija un precio muy alto. Una burbuja que nubla nuestra vista y
que define unos filtros, a través de los cuales vemos lo de fuera mucho
menos valioso que lo nuestro. Nos cuesta mucho reconocer la grandeza
ajena ya que medimos en escalas diferentes, tantas como personas hay en
el planeta. Esto dibuja un mercado enloquecido donde los precios cambian
en milésimas de segundo, pero que tras nuestros ojos sólo tiene una
dirección. Se fija así un precio muy alto al reconocimiento, a la
humildad y a la generosidad.</span></span></span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span style="letter-spacing: 0px;">Los
que dominan la virtud de ser humildes disfrutan de un mercado en el que
los precios son justos, en los que mente nos deja ver la realidad y nos
aparta de ideas preconcebidas.</span></span></span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span style="letter-spacing: 0px;">Esta
muy bien sentir orgullo por lo que uno hace, debería ser un derecho.
Pero esto no nos da derecho a despreciar lo ajeno, porque lo ajeno
también cuesta mucho esfuerzo, porque tirar por tierra ideas de otros,
simplemente por el hecho de no ser mías, nos convierten en seres
egoístas. </span></span></span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span style="letter-spacing: 0px;">Los
extremos nunca fueron buenos. La otra cara de la moneda, donde se
carece de orgullo por lo que uno hace, nos convierte en alguien que no
somos nosotros mismos. Si no valoramos lo que hacemos como es debido,
nos convertimos en un desconocido. Cualquier otra persona excepto tú.</span></span></span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span style="letter-spacing: 0px;">Como
siempre, la respuesta reside en el carril del medio. El equilibrio
entre extremos es el resultado del precio justo. Un tira y afloja que
deja las cosas en su sitio, donde deben estar. Valorar y ser valorados,
esa es la verdadera humildad.</span></span></span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span style="letter-spacing: 0px;">... pero por lo de ahora voy a seguir viajando con mi cepillo de dientes </span></span></span></span></div>Luis Ángel Pioquintohttp://www.blogger.com/profile/02968169297399728770noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4967023489554756859.post-87126481107274853792011-10-06T21:09:00.000-07:002011-10-06T21:09:08.538-07:00Los métodos<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-nX5DtCJNUa4/To51dwnbpsI/AAAAAAAAGlw/5lxEfZ1j8dE/s1600/marva_collins.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-nX5DtCJNUa4/To51dwnbpsI/AAAAAAAAGlw/5lxEfZ1j8dE/s1600/marva_collins.jpg" /></a></div>
<div style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;">
<span style="font-size: small;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: normal;">Acabo de leer uno de esos libros que te elevan el espíritu. Se trata de <a href="http://www.amazon.com/Marva-Collins-Way-Updated/dp/0874775728"><span style="color: red;"><span>Marva Collins´ Way</span></span></a>
(sólo existe en inglés), la inspiradora historia de una ferviente
creyente en el ser humano y sus capacidades. Marva es bien conocida por
sus resultados en el mundo de la educación, estos se podrían resumir en
la construcción de personas descartadas por el sistema educativo
norteamericano, en estudiantes brillantes conscientes de sus
posibilidades y potencial. El libro es una biografía que resume su
camino hasta convertirse en una referencia a nivel mundial en sus
métodos de enseñanza.</span></span>
</div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="letter-spacing: 0px;">El
principio básico de Marva Collins es el amor por los niños. Creer en
ellos lejos de etiquetas, diagnósticos previos, comportamientos
pasados,... A lo largo del libro relata cómo en múltiples ocasiones los
niños son repudiados por el sistema al ser tachados como hiperactivos,
sufrir todo tipo de desórdenes psicológicos,... este hecho construye
reputaciones que se heredan de centro en centro haciendo que los
chavales nunca puedan llegar a adquirir las capacidades básicas de su
edad. El sistema los convierte en “no válidos”. </span></span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="letter-spacing: 0px;">Los
métodos de Marva obvian esta información y trabajan desde el punto en
el que se encuentra el niño, generalmente, y debido a su historial,
niños conflictivos con graves problemas intelectuales y sociales. La
historia de su hazaña consiste en cambiar esta creencia, en descartar
ideas preconcebidas, en la mayoría de los casos de manera errónea, y
demostrar que a través del amor, por los niños y por su profesión, se
pueden conseguir resultados realmente espectaculares.</span></span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="letter-spacing: 0px;">Su
historia sigue una serie de pasos que considero fundamentales en la
construcción de las personas, y ya no sólo hablo de los niños, estos
principios son totalmente necesarios en empresas y todo tipo de
instituciones. La palabra que mejor resume su trabajo es la confianza,
la confianza en varias versiones, primero la confianza del profesor
hacia el alumno, creer en sus posibilidades y capacidades, pero también
la confianza del niño en sí mismo. Generalmente, estos niños carecen de
la misma debido a los diferentes palos que han ido sufriendo en su corta
vida. Construir el amor por uno mismo y la autoconfianza en sus
posibilidades convierte a un niño indefenso en un ciudadano del mundo.</span></span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="letter-spacing: 0px;">El
error es otro bloque fundamental en los principios de Marva, niños
acostumbrados a ser castigados cada vez que cometen un error los
convierte en seres encerrados en ellos mismos que les impiden salir y
experimentar en un mundo lleno de fallos e imperfecciones. El error no
se corrige el día del examen, el error es una oportunidad para saber qué
es lo que no entiendes y aprovechar ese momento para trabajarlo.
Retrasar esa oportunidad convierte esa ventaja en una ineficiencia del
sistema.</span></span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="letter-spacing: 0px;">Como
visionaria, ya en los años 70 Marva Collins creía en el modelo 3.0
basado en la individualización, trabaja en clases con niños de
diferentes edades y niveles formativos, y tiene claro desde el minuto
uno que cada uno de ellos tiene que hacer tareas diferentes, leer libros
diferentes y ser evaluado de manera diferente. Estandarizar anula la
grandeza del individuo convirtiéndolo en un número que oculta su
potencial e intereses.</span></span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="letter-spacing: 0px;">Las
materias no son islas. Cuando aprenden a leer, aprenden historia, la
historia les lleva a la geografía que a su vez les permite entender las
matemáticas. Todo está relacionado, nada existe en un mundo único. Un
mundo donde no se evita las grandes realidades del ser humano: la
venganza, los celos, el asesinato,... realidades sociales que no se
ocultan, todo lo contrario, se utiliza a Shakespeare, Aristóteles,
Nietzsche,... y muchos otros para entender y debatir el porqué de lo que
sucede en el mundo. Creer que un niño no va a entender estas lecturas
es otra forma de limitar su aprendizaje. Lo que Marva consigue es
hacerles entender el trasfondo de las historias, sus mensajes y las
lecciones que de ellas se desprenden.</span></span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span><span style="letter-spacing: 0px;">Las
ideas que se obtienen de la lectura de este libro son innumerables.
Debería ser una lectura obligatoria para todos los profesores de nuestro
sistema educativo, pero también para padres y managers que tengan
personas bajo su responsabilidad. Todos ellos tienen el deber de ayudar a
la persona a descubrir sus grandezas, a multiplicar sus capacidades y a
encontrar su lugar en este mundo. Sé que no es tarea fácil, pero con
pensar que es difícil nos quedamos donde estamos.</span></span></span></div>
Luis Ángel Pioquintohttp://www.blogger.com/profile/02968169297399728770noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4967023489554756859.post-63376928475928409842011-09-20T23:51:00.000-07:002011-09-20T23:51:07.497-07:00La fiesta de la vida<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYvlyZ35bbSkLYJ4iHFnl_S_RB59kt-ty0c3g1wWnGSOwhNjwevY4kjxrkzGcC-MKLOh348E3Hx_c9D1UdQ-1dNoihPdkxDK4TAQhTs3fZNe5tjb6Qv9z7JMtsEalj_vkkZX2R4jsasKE/s1600/zorro.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYvlyZ35bbSkLYJ4iHFnl_S_RB59kt-ty0c3g1wWnGSOwhNjwevY4kjxrkzGcC-MKLOh348E3Hx_c9D1UdQ-1dNoihPdkxDK4TAQhTs3fZNe5tjb6Qv9z7JMtsEalj_vkkZX2R4jsasKE/s320/zorro.jpg" width="294" /></a></div>
<div style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;">
<span style="font-size: small;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: normal;">Imagínate
que te invitan a una fiesta. Cuando llegas, tu anfitrión escribe un
número en tu frente. En ese momento accedes a una sala donde te
encuentras un gran grupo de hombres y mujeres, cada uno de ellos llevan
escrito en la frente un número entre el 1 y el 10. Descubres que no hay
espejos en toda la casa y que por lo tanto te resulta imposible saber
cuál es tu número. El sistema de valoración hace referencia a tus
atributos físicos, es decir, el anfitrión valora de 1 a 10 tu apariencia
física y te asigna una puntuación.</span></span>
</div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Una
vez dentro, como es natural, tratas de establecer contacto con las
personas que llevan el 10, te acercas pero compruebas que ellos/as no te
hacen caso. Reconsiderando tus opciones pasas a fijarte en los nueves y
te sucede más de lo mismo, entonces comienzas con los ochos hasta que
alguien con un 4 se acerca y te invita a beber algo.</span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Hay una fábula conocida como “<a href="http://www.umass.edu/aesop/content.php?n=10&i=1"><span style="color: red;">el zorro y las uvas</span></a>”
en la que un zorro, mientras paseaba por el bosque, encuentra un
racimo de apetecibles uvas colgando de una rama. El zorro, sediento,
decide tomar carrerilla para saltar y hacerse con las uvas. Tras varios
intentos, el zorro es incapaz de alcanzarlas y decide abandonar su
misión. En ese momento se dice a sí mismo: “seguramente estén agrias”.
Esta fábula nos muestra lo sencillo que resulta despreciar todo aquello
que no está a nuestro alcance.</span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Algo
similar sucede en la fiesta a la que nos han invitado. Tenemos una
tendencia natural a sobrevalorar nuestros atributos, pero la realidad es
que dicha valoración siempre está sometida a consideraciones que están
lejos de nuestro alcance. Lo normal es que busques dieces porque tú
mismo no te puedes ni imaginar que valgas menos de un 10. Pero el
entorno te demuestra que esa valoración no concuerda con la realidad, y
en un proceso natural de adecuación buscas tu rango, la escala a la que
perteneces. A medida que la fiesta discurre, comienzas a comprobar que
el 10 llama al 10, que el 7 llama al 7 y que este proceso sucede de un
modo totalmente natural.</span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Al
igual que en la fábula del zorro y las uvas, surge en nosotros una
predisposición hacia el desdén por todo aquello que no podemos tener y
que está lejos de nuestro alcance. Es entonces cuando ponemos en
funcionamiento nuestras armas y de una manera subconsciente nuestra
cabeza es capaz de cambiar la forma de observar el mundo que nos rodea.
En vez de simplemente aceptar aquello que está lejos de nuestro alcance,
nuestro arsenal psicológico convierte nuestra realidad en algo
totalmente aceptable. No nos vamos a hundir porque un 10 no nos quiera,
en vez de ello utilizaremos nuestros recursos para pensar que quizás
esas uvas estén demasiado ácidas para nosotros.</span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">¿Cómo
funcionan estos trucos “caseros” para conseguir suplantar la verdadera
realidad por aquella que más nos conviene?. SImplemente consiste en
cambiar la ponderación de nuestro sistema de prioridades. En nuestra
fiesta, si comprobamos que nuestra puntuación es un 4, el aspecto físico
pasará a un segundo plano y comenzaremos a valorar otros aspectos como
la simpatía, el nivel cultural, la calidad de la conversación, las
aficiones,... Por contra, el grupo de personas con un 10 no despreciarán
estos valores, pero priorizarán el aspecto físico por encima de muchos
de los factores antes mencionados. Simplemente reconsiderando el ranking
de atributos somos capaces de modificar nuestra visión del mundo. Y
esto no significa que el 4 no sea capaz de apreciar la belleza, lo que
ocurre es que al verla lejos de su alcance la convertirá en un factor
menos importante en su escala de prioridades.</span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Este
proceso de valoración no sólo sucede en el ámbito de lo físico. El
mundo profesional es otro entorno donde se produce. Pero hay una
diferencia clara entre ambos, mientras que en el ámbito de lo físico
poco podemos hacer para cambiar nuestro aspecto (poco creo en la cirugía
y en el photoshop), en el mundo profesional esta nota tiene una mayor
dependencia de nosotros mismos. En este caso, nosotros somos los dueños
de nuestra puntuación y podemos hacer mucho para cambiarla. Pocas cosas
más ridículas hay que creerse un 10 y ser un 4. ¿Te lo imaginas?,
pulular por tu empresa creyéndote un fenómeno mientras que el resto ve
el 4 grabado a fuego en tu frente.</span></span></div>
Luis Ángel Pioquintohttp://www.blogger.com/profile/02968169297399728770noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4967023489554756859.post-20284903385172094242011-09-06T23:08:00.000-07:002011-09-06T23:09:12.909-07:00Adaptarse o morir<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyEcaIPXmaAuvLovNzmAd8rWtTAWlf2fFuSbi_CW2NrWT5S74bsDtAxuUlyC1ZY8sxrSrSpDHL_g0MC5tGDQjQjhyphenhyphen5ZDc1sbsPZ2wVnmpXwYaqrnXq8LTWBbfPV8NT0ku_dqtWfAkVoIc/s1600/adaptacion.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="270" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyEcaIPXmaAuvLovNzmAd8rWtTAWlf2fFuSbi_CW2NrWT5S74bsDtAxuUlyC1ZY8sxrSrSpDHL_g0MC5tGDQjQjhyphenhyphen5ZDc1sbsPZ2wVnmpXwYaqrnXq8LTWBbfPV8NT0ku_dqtWfAkVoIc/s320/adaptacion.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif;">
<span style="font-size: small;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: normal;">¿Qué
le sucede a la rana que cuando la metes en una cazuela con agua fría y
comienzas a calentarla es incapaz de saltar fuera antes de morir
hervida?. Todos sabemos lo que ocurre, la progresiva subida de
temperatura del agua impide a la rana darse cuenta de que realmente
corre peligro, y esto se debe a que su cuerpo se adapta en la misma
progresión a la nueva temperatura del agua. La verdad es que nunca he
hecho este cruel experimento, pero realmente pone de relieve algo que
nos asemeja mucho a las ranas, se trata de nuestra capacidad para
adaptarnos. </span></span>
</div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Físicamente
nuestro cuerpo es una máquina perfecta de adaptación. Nuestros oídos se
adaptan al volumen, nuestro olfato a todo tipo de olores, nuestros ojos
al nivel de luz, nuestro gusto a sabores fuertes,... en casos más
extremos, podemos llegar a convivir con el dolor como parte del día a
día, personas con amputaciones que son capaces de vivir con absoluta
normalidad e innumerables ejemplos que el maravilloso ser humano nos
muestra cada día. Son innumerables las ventajas que nos ofrece nuestra
capacidad de adaptación, pero como todo en la vida, esta capacidad de
adaptación puede suponer una debilidad para nuestra percepción. El <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Hedonismo"><span style="color: red;">hedonismo</span></a>
es la viva expresión de esa debilidad. Una búsqueda interminable del
placer por el placer que nos conduce a una insatisfacción constante.
Igual que nos acostumbramos a lo malo, también tenemos la “mala”
costumbre de acostumbrarnos a lo bueno, lo que ocurre, es que en esta
dirección, a diferencia de la contraria, el recorrido es mucho más largo
y el paisaje bastante más banal.</span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Vivimos
fechas de revisiones salariales, en el mejor de los casos subidas, en
casos no tan malos congelaciones y en la peor de sus expresiones están
las reducciones de salario (por no mencionar aquellas personas que
pierden su empleo). Nuestros salarios son un gran ejemplo de cómo
funciona nuestra capacidad de adaptación ante las expectativas... y os
anticipo que el sistema de funcionamiento no es diferente al de nuestro
cuerpo, básicamente porque todos los datos van al mismo sitio: nuestro
cerebro.</span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">En el tema salarial, <a href="http://www.pse.ens.fr/clark/"><span style="color: red;">Andrew Clark</span></a>
ha realizado una serie de estudios sobre el nivel de satisfacción de
los trabajadores británicos y ha comprobado que dicha satisfacción tiene
una fuerte correlación con el nivel de incremento, más que con el
salario en sí mismo. Es decir, que un trabajador que gana 100 puede
estar mucho más satisfecho que uno que gana 1000 (suponiendo que un
salario de 100 cubra las necesidades básicas de la persona). La
diferencia radica básicamente en el incremento salarial, si al de 100 le
suben un 10% y al de 1000 un 1%, a pesar de que cuantitativamente el
incremento es el mismo, la satisfacción general del trabajador con menor
salario será mucho mayor. </span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Del
estudio se desprenden conclusiones muy interesantes y un campo de
trabajo sobre el que se puede innovar y reorientar las políticas
salariales y los procesos de comunicación asociados.</span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Puede
parecer frívolo hacer este tipo de comparaciones, ¿cómo vamos a
comparar 100 con 1000?. Parece evidente que el de 1000 siempre estará
más satisfecho que el de 100. Pues siento comentaros que en la última
década hay toda una batería de estudios que demuestran que a pesar de
los pesares, nuestros niveles de satisfacción con la vida tienen una
tendencia natural a dirigirse a su nivel habitual. Ni tener mucho nos
hace más felices, ni tener poco más desdichados. </span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Solemos
ser poco hábiles a la hora de predecir nuestro grado de adaptación
hedonista a los regalos, buenos y malos, que nos hace la vida. Y
básicamente nos solemos equivocar porque no tenemos en cuenta que la
vida sigue su curso y que el paso de los días nos trae cientos de
acontecimientos que hacen que ese cálculo inicial pierda su sentido
desde el primer segundo.</span></span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: "Helvetica Neue",Arial,Helvetica,sans-serif; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="letter-spacing: 0px;">Esta
entrada no es una invitación al abuso, más bien se trata de evitar lo
que le pasa a la rana. Ser conscientes de cuando el agua se calienta o
se enfría nos ayudará a mejorar la calidad de nuestra toma de
decisiones, y por ende de nuestra vida.</span></span></div>
Luis Ángel Pioquintohttp://www.blogger.com/profile/02968169297399728770noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4967023489554756859.post-86655415997653124962011-08-10T23:23:00.000-07:002011-08-10T23:23:17.130-07:00La procrastinación<span style="font-size: small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;">L<img alt="" src="http://www.bitacorarh.com/files/u2/procrastinacion.jpg" style="float: left; height: 314px; width: 320px;" />as tentaciones son un patrimonio de la humanidad, además, cada vez son mayores y más poderosas. Nos rodean, están por todas partes. Y parece que nuestros sentidos sólo le prestan atención a ellas... ¿por qué delante de una frutería no reaccionamos igual que delante de una pastelería?. La carne es débil, es algo que siempre se dice y que realmente es cierto. No conozco a nadie que no sucumba a algún tipo de tentación. Este debilidad también es conocida como la <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Procrastinaci%C3%B3n"><span style="color: red;">procrastinación</span></a>, un deporte que todos practicamos en algún momento y en el que hay verdaderos profesionales. No sé si se podría llamar defecto, pero esa tendencia natural que tenemos de aplazar lo que no nos gusta para hacer primero algo que nos agrada más, a pesar de que esto sea mucho menos importante, es una cualidad común al ser humano.</span></span> <br />
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;"><span style="font-size: small;"> </span></div><div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;"> <span style="font-size: small;"><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span><span style="letter-spacing: 0px;">Quién no sabe que fumar mata, o que hablar por el móvil en el coche es causa de accidentes, quién no reconoce los beneficios del ejercicio físico regular como el mejor antídoto contra la enfermedad. No creo que nadie tenga duda alguna sobre ello, pero ahora preguntaría: ¿cuánta gente conoces que fume?, ¿has hablado alguna vez por el móvil mientas conducías?, ¿practicas ejercicio de forma regular?, y si lo haces, ¿cuántas veces el sillón de tu casa te ha llamado a gritos para que no lo abandones por tus zapatillas de deporte?. Todos tenemos claro los beneficios de determinadas acciones a largo plazo, pero es el corto plazo, el placer instantáneo, el comportamiento irracional, el que guía nuestras acciones. Conscientes de ello, fabricantes de coches, de teléfonos móviles, de electrodomésticos,... intentan constantemente suplir esta “deficiencia” de la persona con sistemas de seguridad que permitan minimizar los efectos perniciosos de la procrastinación, pero a pesar de los pesares, nuestra capacidad para anteponer el corto al largo plazo sigue provocando un sin fin de comportamientos irracionales de los que seguro tú podrías redactar una buena lista.</span></span></span></span></div><div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;"><span style="font-size: small;"> </span></div><div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;"> <span style="font-size: small;"><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span><span style="letter-spacing: 0px;">El ser humano es un manojo de instintos, no muy diferentes del que disfruta el resto del reino animal, y es precisamente la procrastinación la que nos acerca al mundo animal y nos aleja del mayor de los poderes del ser humano: ser responsables de nuestras acciones. Quizás las sociedades del futuro destaquen por ser capaces de anular los efectos negativos del poder de algunos de esos instintos. Es precisamente nuestra consciencia la que nos debe hacer dueña de nuestros actos, dejar que nuestros instintos decidan por nosotros no nos deja en mejor lugar que un león, un primate o un ratón. Quizás la base de la procrastrinación sea la falta de autocontrol, igual que los niños que se hacen pis en cama. Y lo más contradictorio de la situación es que nosotros, procrastinadores por naturaleza, tratamos de educar a nuestros hijos para que no lo sean. Al final ellos no dejan de repetir lo que ven a su alrededor y eso provoca una espiral que genera un ser humano esclavo de su pereza, de su incapacidad para tomar decisiones correctas a largo plazo. En paralelo, la tecnología que creamos diseña miles de sistemas para ayudarnos a ser cada vez menos esclavos de la procrastinación, pero lo único que consiguen es hacernos todavía más dependientes. ¿Será este la cura a nuestra pereza, o quizás sea una de las causantes de una dependencia cada vez mayor de gadgets antiprocrastinación?. ¿Quizás la tecnología nos convierte en seres menos capaces de auto controlarnos? no lo sé, pero me da la sensación de que muchas de estas tecnologías son incompatibles con el ser humano, es cierto que alimentan y ayudan a que nuestra falta de autocontrol no se convierta en una debilidad fatal, pero realmente están vaciando la esencia del ser humano y acercándolo un poco más a esos animales que viven la sabana. Recordemos que somos responsables de educar a las generaciones futuras, no descarguemos toda la responsabilidad de evitar este tipo de comportamientos en las tecnologías, ellos serán el espejo de lo que nosotros somos. </span></span></span></span></div><div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;"><span style="font-size: small;"> </span></div><div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;"> <span style="font-size: small;"><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span><span style="letter-spacing: 0px;">Conociendo los efectos perniciosos de la procrastinación, es cosa nuestra diseñar sistemas que ayuden a suplir esta fragilidad, que nos permitan mejorar nuestro autocontrol y sobre todo que nos ayuden a ver los beneficios a largo plazo de asumir determinados “sacrificios” en la inmediatez del momento. Como sociedad, es enormemente beneficioso saber cuándo fallamos y ser capaces de diseñar o inventar nuevas formas de vencer a nuestros errores, pero para ello no creo que necesitemos la tecnología, nosotros poseemos la mayor de las computadoras, os recuerdo que está encima de nuestros hombros.</span></span></span></span></div>Luis Ángel Pioquintohttp://www.blogger.com/profile/02968169297399728770noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4967023489554756859.post-63968488601362303492011-07-07T22:56:00.000-07:002011-07-07T22:56:21.512-07:00Poderosa irracionalidad<div style="font: 12.0px Helvetica; margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; text-align: justify;"> <span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span style="font-size: 12px;"><span style="letter-spacing: 0.0px;"><img alt="" src="http://www.bitacorarh.com/files/u2/sales.jpeg" style="float: left; height: 221px; width: 228px;" /></span></span></span></div><div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;"> <span style="font-size: small;"><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span><span style="letter-spacing: 0px;"></span></span></span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span><span style="letter-spacing: 0px;">En mis años de carrera universitaria conocí un concepto denominado ilusión monetaria (impresión que tienen los individuos y empresas de haber aumentado su capacidad de compra al haber sufrido un cambio en sus rentas nominales o en los precios, cuando de hecho no toman en cuenta la inflación que produce una pérdida de la capacidad adquisitiva real del dinero) que me ayudó a entender un poco mejor cómo funciona el fenómeno rebajas. De hecho, recuerdo a la perfección un de los ejemplos que nos ponían en clase, para que lo entendiésemos nos explicaban la sensación que tiene la gente de no gastar dinero cuando paga con la tarjeta de crédito, no tiene esta sensación simplemente porque no ve el dinero físico salir de su cartera.</span></span></span></span> </div><div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;"> <span style="font-size: small;"><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span><span style="letter-spacing: 0px;">Las compras compulsivas en época de rebajas son asumidas como un comportamiento racional, otra forma de ahorrar, algo que en muy pocas casos sucede. Estos comportamientos vienen a demostrar, una vez más, lo lejos que estamos de controlar ciertos impulsos. Seres racionales sumidos en un tsunami de irracionalidad. El problema reside en pensar que somos dueños de nuestros actos, que cada una de las cosas que hacemos atiende a decisiones lógicas en nuestro cerebro. ¿Y si no somos capaces de controlar nuestro pensamiento, realmente seremos capaces de controlar nuestros actos?. La falsa sensación de control nos hace responsables de actos que no atienden a la lógica, pero este “defecto” ha venido a ser suplido por nuestra capacidad para explicar lo inexplicable, para hacer razonable lo irracional.</span></span></span></span></div><div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;"> <span style="font-size: small;"><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span><span style="letter-spacing: 0px;">La irracionalidad esta sumamente devaluada, es más, a nadie le gusta pensar que algo de lo que hace atiende a principios irracionales, según cualquiera de nosotros, todo lo que hacemos es por algo. Cuando realizo una compra compulsiva es por algo, o cuando actúo en base a mi intuición también es por algo. ¿Por qué huimos de la irracionalidad?, ¿Por qué le tenemos tanto miedo?, quizás porque no sabemos los efectos positivos de la misma. La irracionalidad nos permite cosas tan importantes como confiar en otras personas, disfrutar realizando esfuerzos inhumanos o cuidar y querer a nuestros hijos. Desde un punto de vista lógico y racional quién estaría dispuesto a sacrificar parte de su comodidad y bienestar por tener un bebé, una personita que llora a cualquier hora, que te despierta a altas horas de la madrugada, que a medida que se hace mayor no te da más que quebraderos de cabeza. Si la irracionalidad no existiese nuestra especie se extinguiría.</span></span></span></span></div><div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;"><span style="font-size: small;"> </span></div><div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;"> <span style="font-size: small;"><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span><span style="letter-spacing: 0px;">En algún otro <span style="color: red;"><span>post</span></span> del blog ya hablábamos de la disonancia cognitiva y nuestra capacidad para trazar conexiones lógicas a incoherencias absolutas. Los profesionales del marketing lo saben bien y son momentos como el de las rebajas donde aprovechan esta característica humana para diseñar historias capaces de hacernos creer que comprando ahorramos. Es curioso como hacemos nuestras esas historias y las utilizamos para justificar acciones que desde un punto de vista lógico no tienen ni pies ni cabeza. Todos somos víctimas, nadie se salva, ni los responsables de diseñar estas historias están libres de los efectos de la disonancia cognitiva. </span></span></span></span></div><div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;"> <span style="font-size: small;"><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span><span style="letter-spacing: 0px;">Si lo irracional domina de tal manera nuestras vidas, me surge una pregunta: ¿quién tiene la sartén por el mango?.</span></span></span></span></div>Luis Ángel Pioquintohttp://www.blogger.com/profile/02968169297399728770noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4967023489554756859.post-83561260330709355222011-06-19T23:01:00.000-07:002011-06-19T23:01:14.798-07:00El engaño de un titulo<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_Hi0ZxQn7CN4AAevuum8gPDVzlUkgfLj6zF6v2exl3_jaVNupQgC8Jzi1WPvVHLTVuC2tVsiqHpcXkKRHljxbF9lx0M6WL1VmFXESNPUrxG8coll9h7tXk9icZUHBxs3fjYV1TK8lRwQ/s1600/egresada.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_Hi0ZxQn7CN4AAevuum8gPDVzlUkgfLj6zF6v2exl3_jaVNupQgC8Jzi1WPvVHLTVuC2tVsiqHpcXkKRHljxbF9lx0M6WL1VmFXESNPUrxG8coll9h7tXk9icZUHBxs3fjYV1TK8lRwQ/s320/egresada.jpg" width="211" /></a></div><div style="font: 12.0px Helvetica; margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; text-align: justify;"> <span style="font-size: small;"><span><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span style="letter-spacing: 0px;">Cuando tenemos más de lo necesario, nuestro ser se transforma en una versión grotesca de nosotros mismos. Los sueños de los ganadores de la lotería, en su mayoría, consisten en ser otras personas. Craso error. Pocos son los que saben hacer crecer las ganancias, y menos los que lo hacen sin cambiar su escala de valores.</span></span></span></span></div><span style="font-size: small;"> </span><div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;"><span style="font-size: small;"> </span></div><span style="font-size: small;"> </span><div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;"> <span style="font-size: small;"><span><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span style="letter-spacing: 0px;">Estamos padeciendo una crisis porque no sabemos ser. Nos han engañado haciendo pensar que con un título universitario eras el rey del mundo. Miles de personas atrapadas en un sistema diseñado para deprimir y frustrar el futuro de nuestro país. Un exceso de formación vacío de sentimiento, de emoción. Estudiar para ser médico, abogado, ingeniero, informático,... Estudiantes víctimas de sueños ajenos que modifican sus sistemas de creencias y que olvidan la importancia de asignaturas tan importantes como la de ser persona. </span></span></span></span></div><span style="font-size: small;"> </span><div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;"> <span style="font-size: small;"><span><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span style="letter-spacing: 0px;">La maquinaria educativa, totalmente arcaica, es una de las razones de esta crisis del ser que sufre nuestro país. Pero no podemos olvidar el papel de los educadores (hablo de los padres) en todo este proceso. En casa comienza este camino y no vale externalizar esta responsabilidad. Nuestros hijos son el fruto de nuestras decisiones y actuaciones, quizás entre todos tengamos la clave para cambiar esta tendencia y ayudar a la gente a saber lo que quiere ser. </span></span></span></span></div><span style="font-size: small;"> </span><div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;"> <span style="font-size: small;"><span><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span style="letter-spacing: 0px;">Jugar con este tipo de variables es peligroso y puede acarrear grandes problemas, algo así como un mercado laboral totalmente inadecuado a la realidad existente. Una “fuerza de trabajo” obsoleta antes de que empiece el partido. Una fuerza de trabajo a la que se le ha inculcado una falta de ilusión y compromiso con las cosas. De la fuerza de voluntad mejor ni hablar... cientos de mensajes recordando lo grato que es tener sin hacer. Venta de lo fácil, de lo directo, del sin esfuerzo. ¿Realmente nos ayuda esto?, claro que no nos ayuda. El caso es que me parece tan evidente, que no alcanzo a entender por qué quien puede cambiarlo no lo hace, por qué los que se tienen que poner de acuerdo no lo consiguen. ¿Qué hay detrás de este teatrillo inútil?. Fácil; todo eso en lo que hemos convertido el sistema antes descrito. Una falta enorme de amor por su trabajo, un olvido colectivo de lo que significa la vocación, una ausencia absoluta de voluntad, una falta de compromiso infinita, y por lo tanto, una carencia brutal de responsabilidad.</span></span></span></span></div><span style="font-size: small;"> </span><div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 14px; text-align: justify;"><span style="font-size: small;"> </span></div><span style="font-size: small;"> </span><div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;"> <span style="font-size: small;"><span><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span style="letter-spacing: 0px;">Pero lejos de parecer un mensaje pesimista, es una invitación a que en la próxima década luchemos todos juntos, y con todas nuestras fuerzas, contra ese mensaje apocalíptico. No creo que sea tan difícil encontrar modelos sustentables en el largo plazo y que no atenten contra el bienestar de las personas, pero no un bienestar material, yo hablo de un bienestar interior, de esos que te permite ser tu mismo. Hemos abdicado del derecho de ser libres y nos hemos aferrado a un sistema que premia el éxito rápido y “fácil”. Hemos cerrado nuestras mentes convirtiéndolas en laberintos en los que se extravía el sentido. Es nuestro deber abrirlas de nuevo, aceptar otros puntos de vista, ser lo suficientemente humildes como para integrar en nosotros mismos otras formas de pensar.</span></span></span></span></div><div style="font: 12.0px Helvetica; margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; min-height: 14.0px; text-align: justify;"> </div>Luis Ángel Pioquintohttp://www.blogger.com/profile/02968169297399728770noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4967023489554756859.post-28177381728664983542011-06-15T21:02:00.000-07:002011-06-15T21:02:20.719-07:00Efecto incertidumbre<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiu7XfBAh02UFSgXraztHqUfzK9AGXyhXJLK-4vhJrtcI1XIGw3rNMT2Q3iOdiExqJsmAXvUKZaX2EW8l74xKfKAK3xjjbbz1TJVTVGb8NjBk1pR1uEtzT2m6blIS890GlFg55ZTrZj14c/s1600/miedo.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="250" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiu7XfBAh02UFSgXraztHqUfzK9AGXyhXJLK-4vhJrtcI1XIGw3rNMT2Q3iOdiExqJsmAXvUKZaX2EW8l74xKfKAK3xjjbbz1TJVTVGb8NjBk1pR1uEtzT2m6blIS890GlFg55ZTrZj14c/s320/miedo.jpg" width="320" /></a></div><span style="font-size: small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"> Son tantas las interpretaciones como puntos de vista; el mundo se divide entre los que apoyan este altavoz público y los que ven la transparencia excesiva como un freno a la lógica relación entre países y gobiernos. Sea lo que sea, la incertidumbre sobre la información que Wikileaks posee es el as en la manga con el que juega <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Julian_Assange"><span style="color: red;"><span>Julian Assange</span></span></a>, y es ese desconocimiento el que pone en jaque a gobiernos y grandes corporaciones.</span></span> <br />
<div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 13px; text-align: justify;"><span style="font-size: small;"> </span></div><div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;"> <span style="font-size: small;"><span><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span style="color: red;"><span><a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Colin_Camerer">Colin Camerer</a></span></span><span style="letter-spacing: 0px;"><span style="color: red;"> </span>realizó un experimento similar (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Paradoja_de_Ellsberg"><span style="color: red;"><span>la paradoja de Ellsberg</span></span></a>) al caso comentado, pero en esta ocasión con cartas. Disponía de una baraja con 20 naipes que se dividían en dos colores: rojo y negro. El objetivo del juego era observar cómo tomaban decisiones los participantes, y para ello se les hizo apostar por el color de la carta que creían que saldría. Durante la partida, la doctora Camerer tomó imágenes de sus cerebros para analizar que partes del mismo se activaban durante el juego. Y para que estas imágenes aportaran la mayor cantidad de información posible, se separó a los jugadores en dos grupos con reglas diferentes. A un grupo de jugadores se les decía el número de cartas de cada color que contenía la baraja, de esta manera podían calcular las probabilidades que tendrían de ganar o perder en su apuesta, es decir, podrían calcular el porcentaje de riesgo con operaciones sencillas. A los jugadores de este grupo, durante el juego, se les activaba la parte del cerebro que percibía las expectativas de ganancias, al calcular el riesgo de las operaciones podían estimar los posibles ingresos futuros.</span></span></span></span></div><div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;"> <span style="font-size: small;"><span><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span style="letter-spacing: 0px;">Al otro grupo de jugadores sólo se les dijo el número de cartas que contenía la baraja, de manera que desconocían el número de cartas rojas y negras que contenía la misma. En estas condiciones, la imposibilidad de calcular el riesgo de la apuesta generaba un entorno de incertidumbre en el que la calidad de la toma de decisiones se empobrecía considerablemente. En esto contexto, el área del cerebro que se activaba era la amígdala, cuya función principal es la de percibir el miedo. El desconocimiento del futuro provoca que el cerebro rellene su vacío con la sensación de miedo, ocasionando una toma de decisiones totalmente sesgada. En el experimento se observó como los jugadores de este segundo grupo sufrían una sensación de miedo producto del desconocimiento, un miedo que impedía a la atención centrarse en la posibilidad de obtener ganancias futuras.</span></span></span></span></div><div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; min-height: 13px; text-align: justify;"><span style="font-size: small;"> </span></div><div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;"> <span style="font-size: small;"><span><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span style="letter-spacing: 0px;">Colin Camerer demostró las profundas consecuencias que el miedo a lo desconocido genera en nuestra toma de decisiones. Experimentos posteriores, como el de <span style="color: black;"><span>Uri Gneezy, John List y George Wu</span></span>, descubrieron el inquietante “efecto incertidumbre”. Éste tira por tierra la teoría clásica de la utilidad y demuestra que las decisiones no van a estar basadas en la maximización de ganancias futuras. La incertidumbre genera un miedo cuyo peso sobre nuestra toma de decisiones impide que podamos pensar en beneficios futuros, a pesar de que éstos sean, desde un punto de vista lógico, la mejor opción.</span></span></span></span></div><div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px 0px 10px; min-height: 13px; text-align: justify;"><span style="font-size: small;"> </span></div><div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;"> <span style="font-size: small;"><span><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span style="letter-spacing: 0px;">El mundo en el que vivimos se parece mucho más al entorno en el que jugaba el segundo grupo del experimento, un mundo de incertidumbre y desconocimiento. En ese entorno es muy normal que aflore la sensación del miedo ... y ya sabemos que ocurre cuando éste aparece.</span></span></span></span></div><div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;"> <span style="font-size: small;"><span><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span style="letter-spacing: 0px;">Vivimos tiempos realmente inciertos, nadie sabe que va a pasar y practicamos el juego de especular. Es normal que la gente esté asustada, pero hay que tratar de buscar un antídoto contra el miedo, y quizás reconocerlo sea el primer paso, porque mientras éste campe a sus anchas por nuestra cabeza resultará realmente complicado salir del hoyo.</span></span></span></span></div><div style="-moz-font-feature-settings: normal; -moz-font-language-override: normal; font-family: Helvetica; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: justify;"> <span style="font-size: small;"><span><span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif;"><span style="letter-spacing: 0px;">En el caso Wikileaks, es el miedo el que ha llevado a gobiernos y empresas a precipitarse en la toma de decisiones, posicionando a buena parte de la opinión pública a favor de Julian Assange. Quizás si hubiesen sido conscientes de ese miedo, y hubiesen contado hasta diez antes de actuar, la calidad de las decisiones tomadas sería mucho mejor.</span></span></span></span></div>Luis Ángel Pioquintohttp://www.blogger.com/profile/02968169297399728770noreply@blogger.com0