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sábado, 4 de octubre de 2008

Aspectos decisivos para llevarla a cabo: capital humano, estructura de la organización, procesos sociales y tecnología.

Capacidades de la organización.
Las empresas hacen realidad sus estrategias concentrando sus capacidades organizativas en el logro de una posición ventajosa en el mercado. Las capacidades organizativas son las destrezas colectivas de la unidad empresarial. Ejemplo: Porsche precisa disponer de capacidades como: Gestión de la información del mercado, diferenciación e identidad del producto, mejora constante del producto y resolución de problemas de la clientela.

Palancas de aplicación.
Cuando las organizaciones construyen y fortalecen sus capacidades, mejoran sus posibilidades de llevar a cabo una estrategia eficaz. El desarrollo de las capacidades organizativas exige a su vez la manipulación de una serie de palancas de aplicación:

1. Capital humano. Los recursos intangibles de capacidades, esfuerzo y tiempo que los empleados invierten en su trabajo.
2. Estructura de la organización. El modelo de relaciones entre unidades e individuos en el seno de la empresa.
3. Procesos laborales. Son toda la serie de acciones y operaciones que proporcionan productos y servicios.
4. Tecnología. El empleo de medios mecánicos, especialmente científicos y relacionados con la informática, para realizar y gestionar la información.

Con el fin de llevar a cabo una estrategia, una empresa debe decidir cuáles de estas palancas y en qué modo manejarlas para lograr las capacidades cruciales que aportarán a la organización una ventaja competitiva. Mediante la gestión de estos cuatro elementos, las compañías pueden crear y explotar otras formas de capital tangible e intangible (Capital intelectual). La idea es simple: identificar una fuente de ventaja competitiva, decidir qué capacidades organizativas es preciso conseguir y manejar luego las palancas para implantación que crean y utilizan las capacidades clave.

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